Instrucciones para salir de un laberinto (*)

>> 4 jul 2012

A veces nos sucede de perdernos en un laberinto oscuro. Un laberinto oscuro es un espacio cerrado, sin luz, donde una sucesión de paredes forman calles y encrucijadas llenas de recovecos. Pero lo interesante de un laberinto es que es intencionadamente complejo, es decir, hay una intencionalidad de por medio, por lo que, entonces, podemos torcer, si la voluntad nos acompaña, dicha intencionalidad.
En los laberintos normalmente perdemos el sentido de la orientación y nos quedamos dando vueltas y volviendo siempre al mismo lugar O, peor, cansadas de dar vueltas nos instalamos en un rinconcito más o menos cómodo esperando..., bueno, no sé esperando qué, supongo que que un milagro haga desaparecer todas las paredes y traiga la luz, pero, ¿sabés?, los milagros no existen así que hay que salir solas. 
Lo primero que hay que hacer es levantarse. Levantarse implica ponerse de pie, es decir, mantener la postura erguida sobre nuestras piernas. Para levantarse siempre es conveniente ir dejando caer pesos muertos que nada hacen sino, justamente, impedir la postura antes descripta. 
Los pesos muertos se dividen en dos categorías: a) miedos y frustraciones, y b) tristezas y angustias. A veces resulta más fácil desprenderse de la segunda categoría, pero es conveniente dejar caer primero la primera (valga la redundancia) porque esa arrastra a la otra. 
Una buena manera es la risa, aunque, claro, dentro de un laberinto oscuro no hay muchos motivos para reír, así que te propongo un ejercicio: agarrá el peor de tus miedos, ya sé que asusta, agarralo igual, ¿lo ves? ok, ahora vestilo con ropa de los sesenta: un vestido corto verde a lunares amarillos estaría genial. Tiene que estar completo y no está completo sin esos peinados altos y llenos de spray; agregale una de esas carteritas ridículas que no sirven para cargar nada y una mascota: uno de esos perros lanudos, chiquitos y cabrones. Teñí al perro de rosa o violeta, hacé que el perro le ladre a su amo, que se enoje, que le muerda el vestido y lo arrastre lejos; poné detrás del miedo sesentoso una patineta y detrás de la patineta un enorme tacho de plasticola, y detrás de ese otro con plumas y detrás un ventilador; entonces sucede lo siguiente, mirá: el perro lo arrastra ladrando y gruñiendo, el miedo pisa la patineta, se cae el tacho de plasticola, el ventilador de prende y ¡voilà! tenemos un miedo vestido de los sesenta, lleno de plumas y con un perro rosa o violeta cabrón. 
Ahora nos ponemos de pie porque por ahí no nos reímos mucho, pero ya no asusta tanto, no? 
Los laberintos se cruzan hacia adelante. Adelante es cualquier lugar para donde estemos mirando, y ya sé que está oscuro y no se ve nada, pero abrí bien los ojos, fijate bien, vas a empezar a ver distintas tonalidades de oscuro. La maravilla de los ojos es que se adaptan a la oscuridad más completa. Un poco más adelante estoy esperándote con una linterna, pero este primer paso lo tenés que hacer sola y el miedo no está, se fue a sacarse las plumas con su perrito lanudo cabrón y va a tardar un rato largo. 
Extendé los brazos y caminá dos pasos. Hay una pared, ¿la sentís? Apoyá tu mano derecha sobre la pared, nunca, y esto es importante, nunca-dejes-de-tocar-la-pared porque esa pared conduce hacia afuera. Ahora caminá siempre con una mano rozando la pared, tranquila, no hay ningún obstáculo y yo estoy más adelante con la luz, avanzá. Si sentís que la pared se corta, rodeala, nunca dejes de tocar la pared. Las paredes tienen una característica maravillosa y es que están sobre el piso, es decir, firmes, y son constantes, así que seguila, mantené tu mano sobre ella, sentí cómo se mantiene firme pese a todo, como siempre conduce hacia adelante aunque vos no sepas qué es adelante. 
Ya avanzaste un montón. Abrí bien los ojos, mirá siempre hacia adelante aunque te parezca que no hay adelante ni atrás. ¿Ves allá a lo lejos un resplandor ténue? Esa soy yo con mi linterna, seguí la pared aunque gire y creas que se va lejos de la luz porque las paredes a veces tienen eso, giran, forman semicírculos o calles sin salida, pero son constantes, acordate, y esa es la característica que nos interesa porque esa es la que te saca del laberinto. Y escuchá. ¿Escuchás? Hay música, apenas se oye, pero hay. Estoy cantando para que no te sientas sola. Canto mal, ya sé, pero eso está bueno porque te da risa, en cuanto llegues te bailo la tarantella y nos reímos juntas. 
Mientras vas siguiendo a la pared pensá en lo que vamos a hacer cuando salgamos, pensá en que nos podemos ir de camping a algún lugar, encender un fuego y cantar canciones patéticas con un fernet bien frío y unas verduras asadas, festejamos la salida y la amistad. ¿Te gustan las verduras asadas? Papas, aceite de oliva, ajo..., una maravillosa combinación. Ahora la pared sigue derecho, ya ves un poco más de claridad adelante, no? Y la música se escucha mejor. Ahhh... me estás odiando porque estoy cantando a Abelito, pero es la única que me salió así que lola. Si la pared hace un giro nuevo, seguila, no pasa nada, está menos oscuro, no?, y probablemente ese giro que haga sea necesario. A veces es necesario dar algunas vueltas para encarar el camino final, a veces es necesario perderse para encontrarse, para saber que una podía salir sola, para probarnos. ¿Probarnos qué? La paciencia, supongo, o el aguante, o la fortaleza, andá a saber.
Y ahora estás acá, ¿ves que no fue tan difícil? De ahora en más conozco el camino y no hace falta que sigamos ninguna pared, dame la mano, salimos juntas. Hay luz, nos espera una parrillada de verduras afuera y dejé de cantar a Abelito. Ahhh.. me olvidaba, te tengo que bailar la tarantella: ahí tenés. 

(*) Horrible plagio a los títulos de Cortázar, para Flavia que anda perdida en uno.

15 comentarios:

Cami 4 de julio de 2012, 22:23  

Hoy fue uno de esos dias en donde ves que el laberinto se va cerrando cada vez más. Leer lo que escribiste me levanto el ánimo y me hizo reír mucho. Gracias por compartir esto! Besos :D

Gabriela Aguirre 4 de julio de 2012, 22:40  

Cami: Ponga la mano en una pared, Cami, y camine tocándola siempre, va a ver cómo sale...
Besos.

Maggie 5 de julio de 2012, 16:50  

¡Puro <3 esta entrada! Creo que es de las que más me han gustado (dejando aparte las desmitificaciones, que son insuperables y hacen que la competencia no sea es justa).
Pero, quizá sea más sencillo cuando sabes que te esperan con una linterna en mano, ¿no? ¿Qué pasa cuando no sabes si hay alguien esperándote?

Anónimo,  5 de julio de 2012, 18:29  

verdurita ok, pero tirale un cacho de bife o lo que sea de vaca, que así llegamo' ma' rápido, vio?

;)

ManatÍ

Gabriela Aguirre 5 de julio de 2012, 18:35  

Maggie: Ay, ¿qué es <3? En mi idioma eso es "menor que 3" y no está bueno que me diga eso!!!
A ver, si no hay nadie esperando no pasa nada, usted sigue siempre a la pared que la lleva afuera del laberinto, tarda un poquito más, pero no pasa nada.
Besos.

Gabriela Aguirre 5 de julio de 2012, 18:43  

Mana: Jajaja! Yo lo haría, claro, pero no sabía si le iba a gustar, las verduras les gustan a todas!
Besos, Mana, cuidate en coyientes!

Maggie 5 de julio de 2012, 20:12  

Hahahahaha! Muy muy mal, no conocer los emoticones de bajo presupuesto... "menor que 3" viene siendo, tras la traducción, un corazón. Y bueno, en el argot popular eso es equivalente a decir "amor". Así que, en resumen, quería decir que es puro amor esa entrada. ¡Me encantó!
Por cierto, ¿alguien te ha dicho que tus habilidades entendiendo emoticones deja mucho que desear? Muy muy mal...
Besos!

Gabriela Aguirre 5 de julio de 2012, 20:18  

Maggie: Nahh... <3 no es un corazón, ¿dónde ve usted un corazón? Yo veo, claramente un <, es decir "menor", y un 3, y la traducción es "menor que 3" acá y en la china.
¡Si quería poner que era puro amor por qué no lo puso?! No, no entiendo emoticones, ni de los de bajo presupuesto ni de los otros. Ufa.
Igual..., no me importa nada, lero lero.
Besos.

La eX,  6 de julio de 2012, 9:06  

a mí me gustaba callejear de chiquita nomás, andar con mi mamá por las calles de mi barrio caminando y descubriendo. un día mi mamá no estaba con ganas de pasearme y yo quería ir a dar una vuelta, habré tenido 5 años y vivía en un barrio de esos viejos, con las casas que dan a la vereda, que no tiene jardín adelante. las manzanas eran grandes o me parecían enormes y mi calle y la de atrás, pero sobretodo la de atrás eran avenidas "peligrosas", circulaban muchos vehículos, había mucho movimiento... yo quería pasear y mi mamá me dijo que vaya sola, que de una "vuelta manzana"... cómo es eso? le pregunté y me dijo "si no cruzás nunca la calle, vas a llegar al mismo lugar, por el otro lado..." yo salí pero cuando llegué a la calle de atrás, me atemoricé!!! me parecía un mundo muy extraño, no reconocía las casas, había hasta una seccional de policía... a pesar de las indicaciones de mi mamá me daba miedo perderme, así que me volví y llegué toda frustrada a mi casa de que no me había animado a seguir y me había vuelto. mi mamá me dijo: hija andá otra vez y cuando tengas miedo de perderte tocá la pared y seguí caminando, si no te despegás de la pared vas a llegar, y así fue que pude dar la vuelta y pasar por la avenida de atrás asegurada a mi pared que me llevaba de vuelta a casa.
de ahí no paré más. con decirte que a los 9 años tomaba interurbanos para conocer los pueblos que había cerca de mi ciudad, me bajaba en la plaza, daba una vuelta y me volvía y fue sólo el comienzo de un largo viaje donde quizás, siempre me llevé mi pared para tocar de vez en cuando cuando tengo miedo de perderme...
claro que todo esto es por fuera, dentro de mí, mis laberintos, son otra cosa. gracias x rescatarme cada vez.

Anónimo,  6 de julio de 2012, 13:59  

dos cosas: 1) lindísima la historia-comentario de La eX, che. Da ternura.
2) tu listadito de "top commenters" a la izquierda de tu blog lo afea y encima discrimina. A los "anónimos" no nos considera?!!??! to'mal, Bas.
¬¬

(quería figurar la loca, ja)

Besos putona, nos vemos a la vuelta de coyientes!
Mana-T anónimo (?)

Gabriela Aguirre 6 de julio de 2012, 14:20  

Fla: O sea que la pegué con lo de la pared, eh?
De todos lados se sale, Fla, de todos los lugares oscuros, de todos los laberintos, de todos los lugares que nos hacen mal se sale. Y se sale sola aunque estén acompañándonos con una linterna porque la decisión es propia, y la compañía ayuda, claro.
Nos estamos viendo. Organizate y vení, carajo.
Besos!


Mana: Ah, sí, Fla da ternura. A veces dan ganas de zamarrearla, pero en general da ternura.
Si querés figurar, querida, logueate!
Besos! Nos vemos a la vuelta!

Guillermo Altayrac 9 de julio de 2012, 9:17  

¡Lindo, lindo, lindo!
¡Escribís lindo!

Gabriela Aguirre 9 de julio de 2012, 14:15  

Guillermo Altayrac: Jajaja! Escribo cursi, pero no te importa. Ja!
Besos!

Guillermo Altayrac 18 de julio de 2012, 7:06  

Por lo general, caminás justo en el límite que divide lo emotivo de lo cursi.
Pocas veces me parece que te caigas para aquel lado.

Gabriela Aguirre 18 de julio de 2012, 12:01  

Guillermo Altayrac: Jajajaja! ok, ok,

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