Automimo

>> 18 jul 2013

Me desperté temprano. Odio despertarme temprano cuando sé que puedo dormir un par de horas más.
Abro un ojo, miro el celular que duerme en la almohada vacía al lado mío y veo 8:23 hs. ¿Por qué, por el amor de Buddha, tengo que despertarme a esta hora?
Me doy vuelta, me tapo hasta la cabeza e intento seguir durmiendo, pero no, no hay caso, no puedo. Me siento en la cama y agarro el libro que estoy releyendo por vigésimo quinta vez. En la escena en la que Harry le dice a Lord Voldemort "Ya veo que todavía no lo has entendido, Riddle..." me hace ruido la panza y me decido a desayunar, pero no me quiero levantar, no, señor, no es hora de levantarse.
Así que hago acopio de toda mi voluntad (que no es mucha), arrastro mi cuerpo hacia la cocina, pongo el agua para el mate, un par de fetas de pan en la tostadora, armo una bandeja y vuelvo a la cama.
Es la primera vez en casi treinta y siete años que desayuno en la cama sola. 
Bienvenido un nuevo mimo.

2 comentarios:

Maggie 19 de julio de 2013, 10:24  

Aww... Yo soy asocial y por eso suelo desayunar en la cama. Pero lo suyo parece ser más interesante y ¿mimoso?

¡Disfrútelo!

Gabriela Aguirre 19 de julio de 2013, 15:53  

Maggie: Jajaja!
No, yo no suelo desayunar en la cama si estoy sola, si estoy acompañada es otro tema, pero sola, jamás.
Sin embargo disfruté mucho esto que, para mí, es un automimo.
Besos!

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