Emma

>> 11 ago 2013

Ayer vi un labrador chocolate en la esquina de mi negocio.
Salí casi corriendo (todo lo corriendo que me permite mi bota walker, al menos) para ver si era Emma.
Y no, no era.
Y me quedó como un granito de arena metido en el corazoncito.
Extraño a Emma. Extraño que venga a recibirme moviendo la cola y saltando, que me traiga la pelota para que se la tire doscientas tres millones de veces, que la tenga que correr por todo el patio para aplicarle una vacuna, que se siente educadamente para comer, que persiga a las gallinas, que ladee la cabeza cuando la reto, que me robe algo y salga corriendo.
Hace casi un año que algún hijo de puta se la llevó de mi casa y me descubro buscándola en todas partes, no saqué los carteles de recompensa, me paro ante cada labrador chocolate que encuentro.
Extraño a mi perra.
Que no era mía, es claro.
Yo era de ella.

5 comentarios:

Anónimo,  11 de agosto de 2013, 3:09  

Yo también extraño a Emma. Ni me animaba a preguntar.

Estamos tristes :(

Sofi Mai 11 de agosto de 2013, 15:08  

Ouch.

Y nada, eso...

Un abrazo enorme enorme ENORME mujer.
Sepa que la quiero.

Anónimo,  11 de agosto de 2013, 18:52  

**abracitos** Bas, te quiero.
No pierdas la esperanza, algún día va a volver :)

Manatí.

Missie 12 de agosto de 2013, 21:44  

..."Extraño a mi perra.
Que no era mía, es claro.
Yo era de ella".

Qué más agregar??? Yo nada, más que éste abrazo.

Gabriela Aguirre 22 de agosto de 2013, 10:05  

Vero: Nahhh... ¡Si no la conocías!

Sofi: Por estos lares también se la quiere. Conste en actas.

Mana: Besos, nena.

Missie: Otro para usted.

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