Última
>> 6 mar 2013
La última vez dijo "te amo". Y yo hubiera querido decirle que ni el amor es sacrificio ni el sacrificio te hace más fuerte. Sin embargo, dije "lo sé, yo también".
La última vez dijo "es difícil". Y yo hubiera querido decirle que eran más difíciles algunas otras cosas. Sin embargo, la abracé y dije "tranquila, va a pasar".
La última vez dijo "perdoname". Y yo hubiera querido decir "nunca". Sin embargo, puse un dedo sobre su boca y dije "no hay nada que perdonar".
Racionalmente creo que es lo mejor.
Cuando una despedida está tan llena de palabras amorosas y amables una se queda con un gustito amargo, como si no hubiera estado a la altura, como si hubiera quedado algo por hacer. Y quizás así sea.
Racionalmente creo que es lo mejor. Pero sólo racionalmente.
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