Límites

>> 27 ago 2011

¿Dónde está el límite del amor?
Tiene que haber uno. Todo tiene un límite. Todo alguna vez se termina. Todo muere eventualmente. O se transforma, whatever, pero finaliza, digo, hay un momento en que termina, se termina, y luego viene otra cosa. Otra cosa que puede ser olvido. Otra cosa que puede ser indiferencia. Un algo que te haga seguir, avanzar, dejar atrás, construir en otro lugar y no girar como loca en curvas cada vez más cerradas.
¿Dónde está el límite? ¿En qué lugar se termina? ¿Cuándo es que, abrazando a alguien, ya no se siente aquello del "llegué a casa"? ¿En qué momento una puede desprenderse de ese abrazo y continuar hablando de trivialidades como si nada? ¿Dónde está el límite? ¿Cuándo puede una dejar de perderse en unos ojos? ¿Cuándo se puede dejar de pedirle al tiempo que se detenga ahí, ahí mismo, en ese instante en que las miradas se encuentran, el reconocimiento llega y todo lo demás carece de sentido?
¿Dónde está? Tiene que haber un límite. Alguien tiene que saber dónde está. O de qué manera encontrarlo. O qué hacer para seguir.


Preguntas en esta tarde gris mientras me fumo mi segunda cajita de Philip Morris Caps.

20 comentarios:

Pao 27 de agosto de 2011, 18:03  

Hola,
No sé si te sirva de mucho, sabés que soy una novata en estos temas, pero ese límite tal vez esté dado por un nuevo amor que venga a hacer olvidar el anterior.
A curar heridas, a ofrecer otros brazos y otros ojos, distintos a los hasta ahora amados y añorados, otro "feels like home" que nos de un poquito de aire ante tanto ahogo, tanta lágrima, tanto repreguntarse ¡por qué?.
Pero eso solo puede darse si la persona está dispuesta. Y parece la ley de Murphy, pero cuando más no empeñamos en hallar ese límite parece que más se nos escapa.
Te mando besos en este sábado gris y frío.
Buen finde, dentro de lo posible.

Pao

Gabriela Aguirre 27 de agosto de 2011, 18:10  

Pao: ¿Sabe que no?
El límite no está ahí. Debe estar en otro lado porque ahí, justo ahí, no está.
Por experiencia, le digo.
Y, mal que me pese, parece ser que cuando un amor es tan grande no hay límites.
Beso.

yiya 27 de agosto de 2011, 19:30  

Si alguna vez lo encontras pegame un chiflido... Yo lo ando buscando hace demasiado tiempo.
Beso

Gabriela Aguirre 27 de agosto de 2011, 19:42  

yiya: ok, y usted también me avisa?
Una mierda, yiya, que se sepa.
O dos.
O tres.
Toneladas.

Beso.

torta que se desconoce 27 de agosto de 2011, 20:00  

Creo entender a que te referís.

Y al mismo tiempo debo comentarte que en mi opinion, ese momento, en el que todo eso deja de ser lo que era....sucede en cualquier momento!! justamente...

Desafortunadame, en mis experiencias(tampoco tantas)...es como un click que sentis en la que..emm, na, esto no va mas...éste abrazo no me llena,etc.

Para mi es un click de un momento a otro, y creo que pasa, porque se vio satisfecho el deseo.

Mmm..es algo así mi opinion.

Disfrute de lo que queda del finde:D

Saludosss

Grieguis 27 de agosto de 2011, 20:10  

Yo ya te dije.
no se termina, el amor no se termina nunca, si no no fue amor. Puede cambiar de forma pero no se termina.
Ajo y agua y mucha paciencia, vale la pena el resultado aunque el tránsito sea descripto como una verdadera "mierda", jaja.
Doy fe sin ser escribana
abrazo

Anónimo,  27 de agosto de 2011, 20:38  

Quizás, el amor no tenga límites materiales. Me refiero al amor en sí, no? Talvéz lo que se atenúe sea el deseo, esa cosa de la química que funciona en nuestra cabeza. Hace que veamos todo maravilloso... y que cuando se empiezan a descubrir los defectos, y a empezar a remarlos y a tratar de sostenerse en esa pila inestable... Aparece el cansancio o a veces la decepción. El desencanto de saber que las cosas realmente no eran como creíamos verlas.
En la pareja creo, la construcción de ese vínculo es de a dos. Dos fuerzas trabajando en forma simultánea y complementaria. Si una flaquea, la otra soporta. Pero si una se queda o tira en dirección contraria... La cuerda se corta. Creo que se corta cuando ya no hubo mas que hacer. Cuando el otro no quiso o no quiere, o no puede... Entonces el vínculo se rompe, pero no creo que un sentimiento tan profundo como el verdadero amor se rellene con otro. Va a estar ahí, vivido; Todas esas sensaciones las vamos a ir guardando entre las estanterías de la biblioteca, pero van a estar.
Y acá es donde aparece la otra pasión que verdaderamente es irrefrenable, instintiva (el instinto de conservación)la de la vida, la de seguir viviendo. Ese deseo de seguir adelante. De alejarnos de lo que nos hace daño o nos molesta... Y comenzamos otra vez, buscamos sentirnos cómodos. Pero lo otro está ahí... inacabado pero está. No creo que lo nuevo lo suplante, no.
Es otra historia.
Lo vivido... nos forma como individuos es nuestra historia.
El tiempo por desgracia (parece que)no se detiene (ja).
Está en nosotros ver que hacemos con esos instantes, si atesorarlos en nuestros recuerdos o quedarse atrapada en ellos.


Y-que-se-yo-al-fin-y-al-cabo.Ja Ja.
Bueno esa es mi opinión (a su pregunta taaann complicada).

Muy Bueno el post. Para pensar!!

Un Saludo. María José

Gabriela Aguirre 27 de agosto de 2011, 20:39  

torta que se desconoce: ¿Usted dice?
Me pasó al revés, así como cuenta, un día fue "mmm... no, ya no" y sí, fue de un momento a otro.
Gracias.
Besos.


Grieguis: Hablar con usted me hizo bien. Que se sepa.
Y sí, el tránsito es una mierda. No estoy viendo el final, Griega, y no es que no le crea, sólo que no lo estoy viendo. Ahora.
Beso y abrazo.

Gabriela Aguirre 27 de agosto de 2011, 20:44  

María José: (o Muriel, jajaja)
No, claro que no, un clavo no saca otro ni en pedo. El que dice eso no sabe ni puta de carpintería (como dijo el amigo Montt).
¿Y si el amor no tiene límites materiales y el deseo tampoco? ¿Qué hacemos?
El tiempo no se detiene. El instinto de conservación tampoco, aunque a veces parezca que sí, que mejor nos quedamos sólo porque es tan dolorosa la partida que prefiero esto gris...
Yo tampoco sé. Sinceramente. Hago lo que puedo con las herramientas que tengo, que no son muchas.
Gracias por pasar.
Besos.

Anónimo,  28 de agosto de 2011, 4:03  

Cuidado con lo que pides, porque podría serte concedido para siempre.

Excepto el amor.

(La vieille terrible)

Gabriela Aguirre 28 de agosto de 2011, 16:45  

La Naifa: Sep. La maldición gitana.
Beso.

amapola loca 29 de agosto de 2011, 14:06  

ay, no habñia leído esto. por qué no me llamaste? o te llamé? podríamos hacer charlado toda tu tarde/mi noche para no encontrar ninguna respuesta pero al menos hacíéndonos compañía...
tremendos ciertos reencuentros.
un beso. mejor?

Gabriela Aguirre 29 de agosto de 2011, 14:15  

amapola loca: Creo que encontré la respuesta, amapola, y es esta:
No hay.

Lo que, por un lado es una maravilla, pero por el otro una reveranda cagada.

Tremendos.

Besos.

Maggie 31 de agosto de 2011, 2:41  

"¿Cuándo es que, abrazando a alguien, ya no se siente aquello del 'llegué a casa'?"

La metáfora que utilizo para expresar cómo me siento cuando me enamoro de alguien es precisamente esa. Es agradable saber que no soy la única que utiliza y entiende la analogía...

Esta entrada me ha tocado más que cualquier otra. Es linda tu manera de expresarte.

Besos!

Gabriela Aguirre 31 de agosto de 2011, 7:38  

Maggie: Y no... antes que usted y yo la han usado varios novelistas rosas.
Gracias!
Besos.

Guillermo Altayrac 1 de septiembre de 2011, 0:32  

Escribís lindo. ¿Ves? No soy el único que lo digo.
Fuerza, Gabriela. Nada. Eso.
Un clavo no saca a otro clavo, claro.
Tengo un conocido (mi pariente recientemente descubierto) que dice que esos agujeros no se cierran nunca. Y creo que opino lo mismo. Y tal vez sea mejor así: a mayor compromiso (interno), mayor difrute, mayor intensidad, éxtasis y mayor riesgo.
Nadie me quita lo vivido.

Gabriela Aguirre 1 de septiembre de 2011, 9:14  

Guillermo Altayrac: A su pariente hay que pegarle por una afirmación como esa, eh?
Sí, nadie quita lo vivido.
Ni lo vivido ni lo morido (ja, me gusta decirlo así y?).
Niñita... usted necesita terapia, que se sepa.
Beso.

Guillermo Altayrac 12 de septiembre de 2011, 0:20  

Esta niñit... Digo... yo HAGO terapia.
Y NOOO soy la niñita. Que se entienda.
No le pegues a mi pariente. Es bueno.
Beso.

Guillermo Altayrac 23 de septiembre de 2011, 1:15  

Y dejá de fumar esos cigarrillos diabólicos robotizados.

Publicar un comentario

Bueno, llegaste hasta acá... ahora: ¡comentá!

El más comentado...

Vistas de página en total

  © Blogger template Simple n' Sweet by Ourblogtemplates.com 2009

Back to TOP