Probabilidades

>> 23 ago 2011

La probabilidad es una rama de la matemática(*) que se ocupa de determinar cuantitativamente la posibilidad de que un suceso produzca un determinado resultado (y la palabra más importante en esta frase es "posibilidad"). Está basada en la combinatoria (que estudia las diferentes formas en que se pueden ordenar o agrupar objetos), es fundamento de la estadística y surge como un intento de responder a preguntas sobre los juegos de azar. Se representa con un resultado entre 0 y 1, donde 0 indica que el resultado no ocurrirá nunca y 1 que el resultado ocurrirá siempre. Hasta ahí, vamos, ¿no?
Dos dados marcando el número 1
Entonces, si un experimento tiene n posibles resultados y f de ellos se consideran favorables, la probabilidad de un suceso favorables es f/n. Por ejemplo un dado se puede lanzar de seis formas posibles, por lo tanto la probabilidad de que salga un 5 ó un 6 es 2/6, es decir algo así como 0.33 periódico. ¿Se entendió? Yo sé que sí. Seguimos. Desde el punto de vista matemático cada resultado que se produce es catalogado como un "evento" probable, es decir, un hecho que puede suceder o no. 
Lo posible se refiere a que respecto de un evento existen las suficientes condiciones materiales objetivas que permiten suponer que ese evento efectivamente ocurrirá en el mundo físico debido a que no existe ningún obstáculo, fuerza, energía o ley de la Naturaleza que lo impida.
Un evento es considerado imposible cuando las condiciones materiales objetivas existentes impiden su ocurrencia en el mundo físico a la luz de las leyes que rigen la Naturaleza. Por ejemplo: si tiro una piedra a un abismo la probabilidad de que la piedra quede detenida levitando en un mismo punto del espacio es 0 porque a la luz de la ley de gravedad que rige el universo lo que debe ocurrir es que la piedra caiga hasta el fondo debido a la fuerza de atracción que sobre ella ejerce el planeta. Pero no nos vamos a centrar en los eventos imposibles porque son aburridos y demasiado obvios, sólo en los posibles, tamos?
Hay, claro, una escala de valores dentro de los eventos posibles: "altamente probable", "medianamente probable", "poco probable" o "improbable". Por ejemplo, la probabilidad de que un huracán pase por el hangar donde se construyen aviones y en medio del revuelo de repuestos y partes quede armado un avión completito es, realmente, bastante baja por no decir improbable, pero, he aquí, no imposible.
Y es muy importante la diferencia entre improbable e imposible, de hecho todo este post se refiere a eso, a que una cosa es que algo sea "improbable" y otra, muy distinta, infinitamente distinta, que sea "imposible".
Nos pasamos la vida haciendo incontables apuestas acerca de los resultados de incontables acciones. Nos pasamos la vida calculando probabilidades incluso sin saber un soto de matemática u odiándola. 
¿Cuál es la probabilidad de que, ingresando a un lugar donde hay 3261 personas más -además de mí-, me cruce con mi ex? Alta. Muy alta. ¿Por qué? Porque es un lugar cerrado y porque nos reune el mismo motivo.
¿Cuál es la probabilidad de que, viajando en taxi por Flores, me cruce con mi otra ex? Baja, muy baja. ¿Por qué? Porque Flores es enorme, porque el taxi pudo haber agarrado cualquier trayecto, porque el semáforo pudo estar en verde en lugar de en rojo lo que hizo que frenáramos justo ahí y porque casualmente me olvidé un libro para leer en el viaje o no hubiera estado mirando por la ventanilla. Sin embargo sucedió igual.
[o será que tengo muchas ex y me caga la matemática]
La probabilidad habla de eso, de lo poco o muy probable que es un evento en particular. Pero incluso así, esto no significa que dicho evento obtenga los resultados deseados, aunque su probabilidad sea de un 99.9%. En ese 0.01% hay todo un mundo.
Y viceversa, claro. 
Un evento en el que tenemos apenas un 0.01% de probabilidades de éxito no implica que sea imposible. Cosa que nos convierte en kamikazes positivistas, claro.

(*) Y no, no son laS matemáticaS, tamos? Matemática hay una sola.

21 comentarios:

amapola loca 23 de agosto de 2011, 12:25  

yo todavía me pregunto cómo no me quedó previa matemáticas... sigo sin saber lo que es un logaritmo.
a la semana de separare de F me lo encontré en el metro. misma puerta, mismo vagón. teniendo en cuenta que hay 15 líneas en París y unas 300 paradas cabe decir que soy una mina con suerte!!
decime que se cruzaron en el concert y me caigo de culo.

Gabriela Aguirre 23 de agosto de 2011, 12:36  

amapola loca: Algún día volveré a mi amada matemática, es una promesa que me hago a mí misma.
(El logaritmo de un número es el exponente al que hay que elevar la base para que nos de ese número, está muy ligado a la potenciación, por ejemplo, el logaritmo de 15625 en base 5 es 6, porque 15625 es igual a 5 a la potencia 6, entendió?)
El concert es el jueves.
Besos!

amapola loca 23 de agosto de 2011, 14:21  

# si conociéndome y sabiendo que tengo dos neuronas que no siempre hacen sinapsis, podrías siquiera sospechar que entendí de qué hablás? ahora, además de seguir sin entender, me pregunto para qué carajo sirve un logaritmo?
# a mí me gusta con S, pero cuando tenés razón, tenés razón.
# preparate porque no te dejaré pasar ni una...
# beso

Gabriela Aguirre 23 de agosto de 2011, 14:30  

amapola loca: Jajaja! Mmmm... se usa en cálculos de probabilidad, de crecimiento de población y esas cosas...
¡Está muy bien que no me dejes pasar ni una!
Beso.

torta que se desconoce 23 de agosto de 2011, 16:01  

Yyy...podemos preguntarnos cuál es la probabilidad que justo te cruces a tus dos exs en esos lugares...pero a su vez tenemos que tener en cuenta, y no podemos dejar de lado tampoco, que vos también andes por lugares probables de que ellas anden!!
(es como un decir, no se si ellas andan por ahí)

Yo también odio cruzarme exs, y después digo, y bueno, si ando cerca de su casa, o el mismo boliche, las probabilidades crecen!!

Le deseo una baja de probabilidades!!:D

Besooo

Gabriela Aguirre 23 de agosto de 2011, 16:13  

torta que se desconoce: No, yo no odio cruzarme eh? (bue, con una de ellas sí, pero no me vio) Sólo hablaba de probabilidades...
Igual gracias por los deseos!
Besos!

Anónimo,  23 de agosto de 2011, 17:52  

Casualidad vs causalidad. ¿Solés ir por Flores seguido? mmmm...

Además, ciertas probabilidades aumentan si aumentás el N, verdad? Depende a qué acotes tu N (exS en este caso), vas a tener mayor o menor probabilidad de encontrartelas, ja!

Personalmente, anulo cualquier chance de encuentro a través del asesinato de ellas. Ups, me deschavé! ;)

Besos
Manatee

Erica 23 de agosto de 2011, 20:33  

Hasta el año pasado hasta me podrías haber cruzado a mi!!! Ahora soy aledaña a Flores.
Confieso que leí tu comentario muy por arriba para conocer lo básico, es lo que la matemática produce en mi, desconecto para autopreservarme y coincido con Amapola.



Beso!

Loohan 23 de agosto de 2011, 22:54  

Ah, nos pegó duro a todas la matemática.

A ver, yo entiendo lo que decís, pero eso te debe haber pasado porque, justito justito, seleccionaste una muestra poco representativa de la población (por no haber sido seleccionada al azar). Me explico, ¿qué pasa si justo por Flores tenés veinte exs y todo esto esta basado en una muestra de sólo cincuenta personas que incluye una gran cantidad de esas exs que vos tenés? Tenés más probabilidades de cruzarte con al menos una.
Tenés dos opciones, o te dejás de buscar exs en Flores, o elegís una muestra más representativa de esa población y al azar. Personalmente, me inclino por la primera.

Estadística no es una de mis materias favoritas pero, que es interesante, lo es. Y ahora la estoy estudiando relacionada a la genética y por lo que voy viendo parece lindo.


Un beso, matemática.

Loohan 23 de agosto de 2011, 22:55  

Btw, lamento informarte que te esquivé toda la parte de la explicación estadística y salté al final. Perdón de mi parte, pero no quería leer eso por tercera vez en un mismo fin de semana.

=P

W. Von Dunajev 24 de agosto de 2011, 0:46  

Creo que la racionalidad matemática, en ciertos contextos, es tan útil como un tapado en una playa. Y que por culpa de haber leído su post más temprano sin tiempo de comentar, hoy creí ver a una ex que por suerte no era, jajajaja. Y aunque soy profundamente escéptica debo admitir que algunas veces algo más parecido al "destino" que a las probabilidades nos deja recalculando ;)
Y lo siento pero siempre preferiré los oráculos a las estadísticas, las profecías a los números, ciega fe que permita encontrarla cada vez en el mar del azar...

Gabriela Aguirre 24 de agosto de 2011, 8:22  

Manatee: A pikachu gracias no suelo ir por Flores seguido.
Mmmm... debería ver por qué punto acoto las n.
El asesinato es una excelente opción, la voy a tener en cuenta la próxima vez.
Besos!


Erica: Ahhh... pero a usted no iba a tener ganas de pisarla con el taxi, Erica!
No sé qué tiene el mundo con la matemática. No entienden nada. He dicho.
Besos rosarina!


Loohan: Jajaja! No tengo ex en Flores, menos mal, por eso decía que la probabilidad era baja. La mina vive al otro lado de la ciudad y yo me la vengo a cruzar en Flores?
Otra que no lee todo... ¿para qué me mato escribiendo, eh?
Beso


Wanda: La racionalidad siempre es útil, Wanda, siempre siempre siempre.
No sé si creo en el destino..., más bien no, no creo, porque creer en él implicaría aceptar que hay un ente superior que guía nuestros pasos hacia un camino establecido de antemano. Y no creo nada de eso.
Creo en la teoría del Caos. Ahi sì le pongo todas las fichas.
Besos!

Erica 24 de agosto de 2011, 9:49  

Exactamente eso, que no entendemos nada! ;)

Gabriela Aguirre 24 de agosto de 2011, 11:06  

Erica: Pero la matemática rige el mundo!
Lo rige! Todo! Calculamos todo, Erica!
Para cruzar una calle usted calcula la velocidad del auto que está viniendo a ver si la pisa o no cuando usted cruza, para llenar un balde con agua, usted calcula la cantidad de agua que más o menos va cayendo para ver en cuánto tiempo se llena, así puede ir a poner la pava tranquila sabiendo que no se va a llenar del todo...
Todo se calcula.
Mal que le pese.
Beso rosarina!

W. Von Dunajev 24 de agosto de 2011, 12:06  

A ver, yo soy atea y no creo en ningún ente superior, y por eso escribí la palabra destino entre comillas y en minúscula, pero lo que quise decirle es que a veces la racionalidad matemática aplicada a la vida resulta sólo un modo neurótico de creer que controlamos o podemos controlar algo que precisamente es imposible de predecir.Yo creo en la entropía , el azar , el caos y la mar en coche pero justamente ud que se analiza me concederá que la lógica del inconsciente tiene poco que ver con la estadística.Beso.

Gabriela Aguirre 25 de agosto de 2011, 8:22  

Wanda: Tardé un poquito con este, eh?
Jajajaja!
Claro, Wanda, la lógica del inconsciente, como usted bien dice, tiene poco o nada que ver con la estadística.
Me encantaría que tuviera más que ver, la de problemas que nos evitaríamos! (sí, la de problemas y la de situaciones adorables, claro, pero todo no se puede)
Nah... olvídese de lo anterior, creo que París bien vale una misa.
Un beso Wanda!

Guillermo Altayrac 27 de agosto de 2011, 1:37  

Bueno, acabo de escribir esto que voy a volver a escribir, y se borró todo. ¿Cuántas eran las probabilidades de que eso suceda? No lo sé. Pero me dio mucha bronca y lo voy a volver a escribir otra vez de nuevo, como decía un conocido de mi viejo.
Bueno, a ver, la idea es esta, a ver si me explico. Supongamos que hay un 99% de probabilidad de que NO me suceda algo que quiero que me suceda. Por ende, un 1% de que ese algo SÍ me suceda. O sea: a una de cada cien personas le sucede lo que quiero que me suceda. Lo que LAS CIEN PERSONAS queremos que nos suceda. Hay escasas probabilidades de que eso me suceda a mí. Pero también hay escasas probabilidades de que eso le suceda a NINGUNO de los cien. Pero a alguien le tiene que suceder, ¿me explico?, puesto que es algo que le sucede a una de cada cien personas. Ni una más ni una menos. Quiero decir, a ver si me explico, que puede ser que me toque ser esa persona o NO ser esa persona. O sea, a ver si me explico, quiero decir... ¡que es un cincuenta y un cincuenta, qué joder! ¡O soy esa persona o no la soy!
Dios...

Gabriela Aguirre 27 de agosto de 2011, 11:53  

Guillermo Altayrac: No, lo está encarando mal. Usted, cuando habla de porcentajes, habla de que, por ejemplo, si es el 1%, a una de cada cien personas le va a suceder ese hecho, pero, en probabilidad la cosa no es así porque no habla de seguridades sino de probabilidades, entiende?
Si usted tiene el 0.000001 de que algo que quiere suceda, eso no implica que no suceda. Incluso aunque tenga el 0.99999 que es un número maravilloso porque se acerca mucho a 1, eso no quiere decir que suceda. Simplemente no sabemos, es probable que suceda o no, pero no es seguro.
Ay, me quedó un trabalenguas.
Beso.

Guillermo Altayrac 1 de septiembre de 2011, 0:09  

¡¿Pero me va a suceder o no me va a suceder lo que quiero que me suceda?! ¡Eso es lo único que quiero saber! Vos que estudiaste matemática (una sola), ¡¡¡decime!!!
Beso.

Gabriela Aguirre 1 de septiembre de 2011, 9:05  

Guillermo Altayrac: Ay dios...
Matemática estudié, no quiromancia eh?
Beso.

Publicar un comentario

Bueno, llegaste hasta acá... ahora: ¡comentá!

El más comentado...

Vistas de página en total

  © Blogger template Simple n' Sweet by Ourblogtemplates.com 2009

Back to TOP