En el bondi

>> 12 ene 2012

- Mirá, eso es el colegio militar.
Dice una señora señalando la base de Palomar a un nene de no más de seis o siete años.
Están sentados cerca de mí en el 182 que va a José C. Paz. El nene tiene voz  de pito. Hay un hombre y una nena más chica con ellos, pero la señora sólo se dirige al nene.
- ¿Ese?
- Sí.
- Ma... ¿Me llevás al colegio militar?
- Todavía no, falta - y se dirige al señor - Tengo que empezar a averiguar cómo es.
El tipo contesta con monosílabos.
- ¡Yo también quiero ir! - dice la nena.
- No, es sólo para hombres - le informa el nene - Ma, ¿voy a ir a ese colegio?
- Sí.
- ¡Iupi! ¡Voy a usar armas!

Yo, testigo mudo, tengo ganas de arrancarme los oídos con una cucharita de helado (o quizás sólo quiera helado, hace mucho calor). Ok, el pibe es chico y no sabe, pero la madre no lo corrige y ya la odio. No le vi la cara y la odio por boba, más bien me da miedo.
Y le tengo más miedo a los bobos que a los hijos de puta. Que se sepa.

8 comentarios:

Anónimo,  12 de enero de 2012, 18:07  

jajajajajajajajjajaj!! eso te pasa por metiche de conversaciones ajenas ;)

Nah, hablando en serio: el pibe es un nene. A esa edad, todos quieren jugar a la guerra y tener pistolas de cebita. Respecto a la madre metiéndolo en un colegio militar, y bueh, capaz es el único recurso que le queda para asegurarle una educación que ella considera buena. Bancala...

Chocolatada con vainillas soon?
Besos!
Manatee

Gabriela Aguirre 12 de enero de 2012, 20:06  

Mana: Sep, no sé...

Para el jardín de infantes de la pisciana necesitamos chocolatada con vainillas. Por ahí nos conviene contratar un animador, no? Algo que las mantenga entretenidas mientras la gente grande conversa...
Jajajaja!

Besos.

Anónimo,  13 de enero de 2012, 13:27  

Totalmente de acuerdo, más miedo a los tarados que a los hijos de puta. Los últimos por lo menos, tienen cerebro. Los otros son un peligro. Ese chico es un futuro serial killer.
Besos!

Gabriela Aguirre 13 de enero de 2012, 21:16  

Cecilia Vadel: Tal cual. Ese es mi argumento también.
O parecido.
De un hijo de puta vos te esperás cualquier hija putez, pero de un bobo uno no espera nada y cuando se la mandan ni siquiera se puede culparlos por bobos!
Besos.

Guillermo Altayrac 20 de enero de 2012, 0:10  

Yo me permito no considerar tan inimputable al bobo.
Otro defecto del bobo es que a veces es menos predecible en su accionar que el hijo de puta. Y es más difícil saber para dónde va a escapar el tiro.
Y peor es el bobo complotado con el hijo de puta, en contra de sí mismo. Aquí te transcribo algo que leí hace poquito en "Murphy" de Samuel Becket. No decía exactamente bobos e hijos de puta, lo adapto:

‎"Cuando el bobo apoya al hijo de puta, el hombre bueno puede cruzarse de brazos.
El bobo coaligado con el hijo de puta contra sí mismo es una combinación a la que nadie puede resistir.
Oh, monstruo humanitario e ilustrado, que desesperas en un mundo donde los únicos aliados naturales son los bobos y los hjos de puta, de una humanidad estéril a fuerza de auto-complicidades...

Guillermo Altayrac 20 de enero de 2012, 6:55  

Diablos, me quedé dormido a mitad de este comentario y no sé si lo envié...

Gabriela Aguirre 20 de enero de 2012, 9:02  

Guillermo Altayrac: Lo había leído en otro lugar, maybe tu blog?
¿Te dormiste en medio del comentario, boludo?
Me cago de risa...

Guillermo Altayrac 29 de enero de 2012, 19:13  

Jajaja. Riámonos juntos, mujer malvada. A veces me pasa.
Lo leíste en mi Facebook.
Abrazo.

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