Cotidianeidades

Llego de trabajar, dejo bolso, campera, pañuelito y demases colgados en el perchero y empiezo a saludar.

- ¿Mate? - le pregunto a Ella que está muy entretenida haciendo no sé qué cosa (jugando asumo) en su iPad.

- Sí, gracias - me dice.

- No, 'sí gracias' no. Haceme un mate - le digo.

- ¿Pero qué sos? ¿Mi marido?

- Andá a hacerme un mate, mierda.

Thing-Two se me sienta a upa, se hace un bollito y empieza a hablar con la zeta en una parodia de ser chiquito.

- Hola... - me dice y abraza.

- Hola, mi amor.

- Contame un cuento...

- A ver... - le digo mientras pienso y lo acomodo porque me está rompiendo las piernas- ¿pero qué comés, nene, bulones? ¿Qué cuento querés que te cuente?

- Contame el de laz trez paztaz frolaz...

- Eh... ok... Había una vez tres pastas frolas que vivían en la Nueva Belgrano...

- ¿Ahí vivían?

- Y sí... es una panadería... ¿Dónde querés que vivan?

- No, eze no. Contame el de loz trez ventiladorez.

- ¿Ventiladores tienen que ser? ¿Por qué no mejor algo animado?

- Bueno, eztá bien, contame el de loz trez chanchitoz.

- ¿Los del lobo que soplaba la casa?

- Zí.

- Había una vez tres chanchitos que se llamaban Chanchón, Léchon y José Luis. El último se llamaba así porque la madre se había quedado sin ideas para los nombres.

- Y qué máz...?

- Y la cosa era que eran muy diferentes: Chanchón era inteligente, pero lento, Léchon era medio tarado y José Luis un reverendo hijo de puta.

- ¿Un reverendo hijo de puta?

- Sí.

- No zé zi me guzta que zea un reverendo hijo de puta...

- Y bueno... a mi tampoco, pero era así, y había un lobo, que en realidad no era un lobo sino un carnicero que se quería manducar a los chanchos, pero que se apellidaba Lobo y por eso le decían así, y andaba con un cuchillo de este tamaño buscándolos...

- ¿Jugamos mejor 'verdad o consecuencia'?

- Cuando tu madre me haga un mate porque promete y promete y ¿dónde está el mate? andá a saber...

- Es verdad. Mamá hacele mate a Gabriela.

Sin importar cuán problemático haya sido el día, qué quilombos laborales tuve o cuánto malhumor acumule, todo se pasa en este tipo de situaciones (sí, estoy mayor y me pongo sentimental).