¿Seduciendo o especulando?

- ...y me dijo que yo me relacionaba a través de la seducción... -le digo a la voz de mi psicóloga que anda por detrás de mi cabeza mientras me acomodo en el diván.

- ¿Y vos qué crees?

- Nahh... yo no creo que sea así. Es decir, no lo llamaría seducción...

- ¿Y cómo lo llamarías?

- Mmmm..., no estoy segura, se trata de... A ver, como cuando conocés a alguien y te vendés, ¿viste?, mostrás lo mejor de vos, el resto decantará tarde o temprano...

- Pero ¿de qué manera?

- Mmmm... buscando puntos de encuentro y fomentándolos. No sé, puntos en los que coincidimos, en los que acordamos, de los otros hay muchos siempre, pero primero fomento los comunes. Es como... mmmm... acortar distancias.

- ¿Y laboralmente? ¿También te manejás así?

- Mmmm... no, creo que no, dejame pensar -silencio por un ratito- ... no. Bah! A no ser que necesite algo de alguien, por ejemplo que alguien me pague rápido. Es una manera como cualquier otra, encontrás un punto de encuentro cualquiera (o lo inventás si se complica) y trabajás sobre ese punto, llega un momento en el que el diálogo se distiende y las barreras caen, ahí pedís lo que necesitás, ocho de diez veces tienen un resultado positivo, por supuesto, una vez que las barreras cayeron hay que sostenerlas abajo lo más posible, por eso tengo un fichero que, además de la información normal (teléfonos, nombres y demás) tiene otro tipo de información, fechas de cumpleaños, cuándo se va de vacaciones, nombre de los hijos, del perro, del gato, del loro, de la madre si está enferma, de música que le gusta. Información adicional.

- Entonces especulás.

- La-bo-ral-men-te, Mariana, pero eso no es seducción. O no lo es en su totalidad. Ay, ya no sé.

- Jajajaja!

Y se ríe. Mi psicóloga se ríe.

De mí, claro.