Delirio
>> 22 oct 2010
Me siento tan mal que creo que me voy a morir [ah, sí, me pongo exageradita]. Y lo peor no es que me muera, sino que me muera y me metan en esas capsulitas...
No puedo dormir, me duele todo, tengo nauseas y rondo los 40° de fiebre. No me la tomé, pero la voz en off relatando cosas en inglés lo confirma [ah, sí, deliro bilingue, aunque no entienda]. Me levanto al baño a los tumbos, me quedo abrazada a la taza del inodoro un rato, evalúo la posibilidad de dormirme ahí y determino que no, que tengo frío y me cago en perón.
Salgo del baño, cruzo el pasillo y por el rabillo del ojo veo a alguien parado en el rellano de la puerta de la cocina. Es una mujer, no hace falta que me de vuelta para saberlo, simplemente lo sé, y es una mujer joven.
En realidad sólo veo la sombra, no le veo la cara, sino desde el hombro, veo sus brazos colgando a los lados.
Y no es Magui, la escucho respirar más adelante...
Dos microsegundos y decido que ni en pedo me doy vuelta a ver quien es. Está a medio metro mío, si quiere puede estirar el brazo y tocarme. Que lo haga, tengo frío, fiebre y probablemente sea producto de mi delirio.
Sigo caminando y me meto en la cama, cuando giro la cabeza, obviamente la señorita en cuestión ya no está.