Definiciones
>> 25 ago 2011
Siete mujeres alrededor de una mesa. En la mesa hay café, mate, whisky, torta (de las de dulce de leche, pa'no confundir con las siete sentadas, digo), facturas y huevadas varias.
Siete mujeres hablando como hablan siete mujeres: a la vez.
Las conversaciones se mezclan, se intercalan, algunas voces se escuchan por sobre las otras. Risa. Mucha.
- Estoy abstinente -dice una.
- Vos necesitás alguien que te ate a la cama -dice la otra.
- Tengo, lo que pasa es que no quiero -responde la primera.
- Buscate una amante -le digo.
- No puedo, no estoy casada.
- ¿Y? ¿Es necesario estar casada para tener una amante? -pregunto.
- ¡Y sí! -responden a coro dos o tres voces. Pero no sólo responden enérgicamente, sino que además me miran con carita de "vos estás demente, ¿de qué otra manera podría ser?"
- ¡De ningunísima manera! -respondo haciendo gestos con las manos y poniéndome de pie, y pienso que acá se arma.
- ¿Cómo que no? -quiere saber alguien.
- ¡Y no! Una amante. Alguien con quien te ves, te acostás, claro, pero que hasta ahí llega su nivel de compromiso. No conoce a tu familia ni vos conocés a la suya, no va a la fiesta de los primos, no le ayudás a limpiar la casa, no te acompaña al super. Una amante.
- Alguien para coger, digamos -acota otra en un gesto cómplice porque está justo justo sentada a mi lado.
- No, no sólo para coger, sino es un embole. Alguien con quien puedas mínimamente charlar, pero que no sea tu novia.
- ¿Pero de dónde sale que una amante es alguien con quien estás mientras estás con otro alguien?
- ¿Y yo qué garlopa sé?
- Buscalo en Google -le pide una a quien está más cerca de la computadora.
Y lo buscan. Y encuentran nomás. Y la definición no dice nada de cuernos.
- Te cagué, Turca -le digo- tenía razón.
- Sí.
- No importa, igual abundan, lo que falta son novias.
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