Extremos
>> 12 may 2014
De publicar más de un post diario pasé a más de un mes sin post. Me gustan los extremos, qué quieren que les diga.
En realidad pasamos el día medio corriendo y llegamos a la noche medio desmayadas. Repitan eso por siete días a la semana.
De alguna manera abro los ojos a las ocho y media, los cierro y de repente son las once y hay que hacer el almuerzo, no terminé ni de lavar los platos y ya tengo que pensar en la merienda y después la facultad y ¿en qué momento se hicieron las doce de la noche y yo todavía tengo que hacer los ejercicios de álgebra?
En el medio empezamos un pequeño negocio que también nos lleva tiempo. Necesitamos que el día tenga, al menos, 36 horas.
Ahora estoy escribiéndoles porque se supone que debería estar entreteniendo a las nenas (que no fueron al jardín porque llovía) mientras mi señora esposa está dando una clase, pero las nenas medio que se entretienen solas porque su madre tuvo la genial idea de comprarles plastilina (que después vamos a tener que despegar de cada una de las superficies de esta casa, está claro, no?), yo lo único que hago es cantar una y otra vez Incy Wincy Araña y tratar de que no se maten entre sí.
Pensé en cerrar el blog, pero me da penita hacerlo así que no lo voy a cerrar, pero probablemente escriba menos.
En fin, eso es lo que quería que sepan.
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