Dos
>> 18 jun 2012
Como si fuera tan fácil, como si abundara, como si al levantar una piedra, doblar una esquina, una lo encontrara.
Lo que abunda es lo otro. El sexo abunda, sí, del bueno y del otro. El sexo con alguien con quien se pueda charlar medianamente un rato, abunda menos, pero no es tan difícil tampoco.
Los lazos de amistad no, ¿ven?, encontrarse en un otro que querramos mantener en nuestra vida, que alguien nos conmueva..., eso no sobra por ningún lado por eso se cuida, justamente porque no sobra.
Y los del amor..., eso es más escaso todavía. No es fácil porque después de tantos años una se vuelve un poco (ps, un poco) mañosa y con una pila de defectos. Y el otro también, así que lograr que esas "diferencias" se complementen es casi... ¿se acuerdan de los doce trabajos de Hércules? ¡ahhh... ya quisieran que fuera tan fácil como eso! Es complicado, una lo ve sencillo cuando se enamora, pero es complicado.
Pero, a veces, sucede. A veces. Y como nos ha sucedido algunas veces tenemos la idea de que tampoco era tan difícil de encontrar. Mentira: es difícil. Muy. No abunda, no sucede tan a menudo como nos hacen creer las novelas de la tarde, no se consigue en el Walmart por doce con cincuenta (ni por dos millones quinientos mil), no te chocás con ella mientras cruzás la calle distraída, de hecho es más probable que te pise un auto.
Encontrarse, conectarse, entenderse, gustarse, desearse, querer despertarse a su lado todos los días, incluso esos en los que se despierta de mal humor, aceptarse mutuamente, incluso en las miserias..., eso, eso es increíblemente escaso. Pasa pocas, poquísimas veces.
Quizás sólo una. Con suerte dos.
Read more...