Oníricamente hablando
>> 6 sept 2011
He aquí que yo volvía a mi casa de una cita con una señorita y que estaba contenta porque el encuentro había sido bueno, nos habíamos divertido, nos habíamos reído mucho (una de la otra y juntas también), habíamos charlado de cosas interesantes y habíamos quedado en volver a vernos. No, mal pensadas, no había pasado nada sexual, ahora que lo pienso ahí nomás tendría que haberme dado cuenta de que era un sueño.
Bue..., el punto es que yo volvía a mi casa contenta y en mi casa estaba mi ex. No, no la última. Otra. Y yo no entendía qué cuernos hacía ahí. Ella estaba lo más tranquila hablando con mi familia y mis amigos y yo mirándola con cara de WTF y qué soto hacés acá. Me habla como si nada y, claro, yo que no entiendo me quedo muda. Está obse sacando fotos a algo revolcada en mi sillón y me llama para que me acerque.
Voy. Algo me dice, yo no escucho su voz, pero algo me dice. Algo me dice mirándome a los ojos y yo pienso en que qué lindos ojos que tiene y se lo digo, tampoco se escucha mi voz, ahora que lo pienso retrospectivamente hay un silencio ensordecedor. Se sonríe y pienso en que qué linda sonrisa que tiene y en todas las veces que esa boca fue mía, esos ojos fueron míos y esas manos, sobre todo esas manos, fueron mías.
Pero ya no, me digo, y pienso en todo el tiempo que pasó y en mi cita de hoy donde la pasé tan bien.
Ella se acerca. No me abraza, pero se acerca y mi cuerpo responde. La costumbre puede más que cualquier otra cosa. Está sentada en la mesada de la cocina y yo de pie frente a ella con ganas de estar más cerca que eso. Se ríe, claro que se ríe, le causo gracia yo y mis ganas. Mi mano se apoya en su cintura y estruja su remera, creo que de esta manera expreso mi frustración por lo que está sucediendo en mi cuerpo a pesar de lo que diga mi cabeza. Ella no hace ningún ademán por detenerme, pero tampoco ninguno para alentarme, sólo se queda mirándome, mirándome luchar con lo que me pasa y lo que pienso que sería mejor. La miro y entiendo que cualquier movimiento de ahí en más será responsabilidad mía y sólo mía.
Pienso en mi cita de hoy, en las posibilidades que ofrece, en lo lindo de todo. Pienso también en quien tengo adelante mirándome con esos ojos tan lindos y en todo lo que dice mi cuerpo cuando está tan cerca.
Doy un paso atrás sin dejar de mirarla a los ojos. Me mira sin perder la sonrisa.
En ese instante me despierto.
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