Matricidio

Desde que mi madre se separó y se mudó conmigo, mi casa estará muy ordenadita, pero ordenadita por mi madre lo que significa que no encuentro nada. Nunca.

Ayer se produjo el siguiente diálogo:

- Madre, ¿dónde están mis zapatillas de colores?

- Para lavar.

- Ok. ¿Y las blancas de Gaelle? - le digo revisando el lugar donde guardo las zapatillas.

- Ahí.

- Ahí... ¿dónde?

- Ahí donde estás buscando.

- Acá no están.

- Sí, están ahí.

Esto me lo dice desde el sillón y yo estoy en la habitación.

- Madre, estoy acá revisando el lugar donde guardo los zapatos y creeme que n·o·e·s·t·á·n.

- Pero yo las vi ahí.

- Bueno, vení y dámelas, entonces.

Viene. Obvio ahí no hay nada.

- Ah... entonces no sé.

Cuento hasta ciento veinte y digo:

- Ok.

Me baño, me pongo el pijama, me llevo el cenicero a la mesa de luz y pregunto:

- Madre, ¿dónde están los libros que estaban en la mesita?

- ¿Qué libros?

- Los que estoy leyendo...

- Ah... los guardé.

- ¿A dónde?

- Al lado del televisor.

Me levanto, voy, no hay ni un puto libro.

- Madre... acá no hay nada.

Y otra vez la discusión: que sí, que están ahí, y yo que no, que no están y así un rato, hasta que viene y me dice que los guardó en unas cajas.

- ¿Y por qué?

- Porque ordené.

- Ok, ordená, madre, pero si tengo libros en la mesa de luz es porque los estoy leyendo en este preciso momento.

- Y leé otra cosa...

 Yo me pregunto, sinceramente, ¿cuántos son los años de cárcel por matricidio? ¿Alguién sabe?

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