- ¿Qué le compro al nene para el día del niño? - le pregunto a mi hermana hace un par de días (los suficientes como para que fuera "antes" del día del niño, obvio).
- Quiere una pistola que vio en la juguetearía - me avisa.
- No soy muy propensa a comprarle armas de juguete a ningún niño. Yo prefiero un ludo-matic, pero estimo que vos no vas a jugar con el nene.
- No - responde con toda la sinceridad de la que es capaz, que es mucha.
- Mala.
- Jugá vos.
- Sí, yo juego, pero no lo dejo ganar.
- Mala.
- No, mala no, justa. No va a ganar toda la vida, y si lo dejo ganar después se cree que todo es así de fácil. Vos le armabas los transformers y ahora no tiene paciencia para armar nada. Yo quiero regalarle un rompecabezas, pero lo más probable es que me lo tire por, justamente, la cabeza...
- O lo termine armando yo - aclara.
- Claro, o lo termines armando vos, y así no va.
- Sí, yo pedí, hace unos años, que no le compraran más transformers porque cada vez que quería cambiarlo de auto a robot me pedía que se lo armara y estaba re podrida.
- Cagate toda. Si le hubieras enseñado a armarlo nos ahorrábamos un problema ahora. Mala madre.
- Mala tía, le hubieras enseñado vos.
- Bueno, malas las dos. No le compro la pistola un soto. Sale ludo-matic.
Read more...