P.R.Y.A.

Hablando ayer con alguien hice un repaso de mi 2009. La descripción fue: "el peor año de mi vida" y no creo estar exagerando.
Sin embargo, en el torbellino que fue el año pasado, en las caídas, en las tristezas, en la angustia, en el no saber qué hacer, en la culpa, en la ambigüedad, en la falta de cuidado... en todo eso hubo algo -alguien- que me arrastró, a veces en contra de mi voluntad, a este lado de la realidad. Ese alguien que sin conocerme demasiado, se ocupó de ponerle humor a la situación, de hacerme reír, de cagarme a pedos cuando era necesario, de distraerme y, cuando no podía con nada de eso, de brindar una palabra de apoyo. Ese alguien que no sabe [bueno, lo sabe ahora] cuánto bien hizo desinteresadamente -y esa es la mejor parte, claro- con sus "hola, puta" en el portero cada vez que llegaba.
Así que, desde acá y en tus vacaciones, te digo gracias, nena [y yo sé que no te gusta nada que te diga 'nena']. Emulando a Caro digo: Me saco el sombrero, me pongo de pie y aplaudo durante diez minutos seguidos a tu aguante.

Todo esto no implica que el laburo esté al día, eh? una cosa no quita la otra, volvé pronto que esto es un quilombo de papeles.

El título es por Puta Reventada, Yegua Arrastrada.