Uno

>> 11 may 2010

Un día malo.
Un día como cualquier otro, sólo que malo, un poco triste quizás, un poco confuso también.  O mucho.
Y un día, comparado con el resto de mi vida, no parece tanto.
Un día es apenas 24 horas.
Un día no es nada.

Mentiras.

Un día puede cambiarte la vida.
La vida es eso nomás: un día.
O dos.
O cinco.
Cinco días pueden hacer de tu vida un infierno o un paraíso.
Un día puede acercarte todo lo que buscaste.
Una hora puede sacártelo.
La diferencia está en poder ver que cada hora cuenta.

4 comentarios:

Anónimo,  12 de mayo de 2010, 16:30  

Me maravilló este texto. Mezcla fatalidad y voluntad. Yo no sé nada pero ahí hay una verdad, y un poema.

Gabriela Aguirre 12 de mayo de 2010, 17:42  

La Naïfa: Viniendo de usted, Naïfa, me pongo colorada.
En principio es verdad, poema no, no tengo veta poeta últimamente... (jua, como si la hubiera tenido alguna vez).
Besos!

Anónimo,  13 de mayo de 2010, 11:28  

me encantó lo que escribiste. Trágico y sensible. dando valor al minuto, al segundo, al límite entre el antes y el después, al segundo que hay entre el cielo y la tierra.... y en el medio a veces la nada, y a veces el todo.El límite. La plenitud. El vacío. Te quiero. Moni.

Gabriela Aguirre 13 de mayo de 2010, 13:44  

Mónica: También te quiero.

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