Adopción

Dicen que los niños merecen un papá y una mamá. Por eso se vuelven tan locos con el tema de la adopción.
No dicen lo que de verdad les preocupa: que esos menores dados en adopción a parejas de homosexuales sean, en el futuro, homosexuales. Para ellos una noticia: vengo de una pareja heterosexual amorosa; ellos querían que yo fuera heterosexual. También la iglesia, el club, la escuela a la que fui. Las canciones que escuché, las películas que vi, los libros que leí, los amigos que tuve. Todos querían que fuera heterosexual. Y no les salió. No es así como se define una sexualidad. Lo saben, lo saben muy bien. Leyeron los informes internacionales que ocultan. Y siguen hablando de los pobres niños que merecen el padre y la madre que la vida les sacó. Olvidan que en general fueron los padres y las madres heterosexuales quienes abandonaron a los chicos. La gran mayoría de niños es abandonada o entregada en adopción por heterosexuales. Y lo saben.
Pero lo que no dicen es que el miedo que tienen es que esos niños se “conviertan” en homosexuales. Saben que no es así. Pero en el caso de que fuera así –que no lo es- lo que no pueden responder es “¿Y?”. Esa es la verdadera respuesta que no se animan a dar: lo que les molesta no es que esos pobres niños abandonados por parejas heterosexuales no encuentren aquello que perdieron (¿parejas heterosexuales que los vuelvan a abandonar?) sino que esos niños sean nuevos homosexuales. Lo que les molesta son los homosexuales. Lo que les molesta es que existamos. A todos ellos, una respuesta muy simple, pero demoledora: ya existimos.

Escrito por Osvaldo Bazán (traído desde FB).