La duda
>> 1 jun 2010
- ¿Y te bancás no saber? -dice mi psicóloga desde algún lugar por atrás de mi cabeza.
- No sé, viste que tengo un temita con el saber, no?
[juro que me la imagino revoleando los ojos y haciendo la mueca del "no jodás, en serio?"]
- Pero ¿para qué querrías ya saber?
- ¡Porque soy así, Mariana! Sino me llena la incertidumbre, me siento en una nebulosa, dudo de todo...
- ¿Y cuál es el problema?
- ¿Del estado de incertidumbre?
- Sí.
- No sé, pero viste que no me permito dudar, no me permito el desdecirme, sostengo con seguridad una decisión incluso aunque se me filtre la duda por todos lados, la sostengo para los otros y la sostengo para mí, como si cambiar de opinión fuera un síntoma de debilidad, como si no pudiera permitirme la debilidad...
- Me parece que lo más valiente no es, justamente, mantener una decisión con dudas, lo más valiente es reflexionar, retroceder si es necesario, cambiar de opinión... eso requiere valentía, lo otro es una fachada.
- Dudar es lo más sano, entonces.
- Permitírselo.
- En eso ando...
Y para ésto le pago...
2 comentarios:
Tu analista tiene bien merecidos sus honorarios. Muy sabio el comentario de que es más valiente quien acepta dudar, aceptar haberse equivocado y retroceder o cambiar de camino. Pero qué difícil para una escorpiana no?
Clau: Mi analista se construyó el ala oeste de su mansión en Malibú con mi aporte.
Y sí, muy difícil -no sé si para una escorpiana, difícil para mí-
Besos.
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