5 cosas que me molestan mucho

- Esperar.

Casi para cualquier cosa, pero sobre todo en las citas. Y no hablo solamente de citas del tipo 'amoroso', sino de cualquiera. Si quedamos a las dos, pedazo de zopenco/a, es a las dos, no es a las dos y cinco, ni a las dos y diez y mucho menos a las dos y veinte. A-las-dos-en-pun-to. Y si te atrasaste porque te surgió la cantimplora*, avisás, me oíste, porque yo te espero cinco minutos y luego me retiro [enojada, además].

- Que no me dejen terminar lo que quiero decir.

Si me pasé media hora escuchándote, querido/a, sin emitir el más mínimo comentario, bancate el vuelto. Si tenés problemitas para retener, la próxima te traés un anotador, dale?

- Que no pongan las cosas en su lugar.

Ah, sí, tengo un T.O.C. ya sé, pero la tapita de la azucarera tiene el huequito ese con el fin de hacer pasar por ahí la cuchara, el cosito ese que está clavadito cerca de la puerta es para colgar las llaves y las medias van enrolladitas. Es así, esas cosas no se discuten, son verdades universales (y tengo una lista enorme).

- Las sábanas arrugadas.

Ahí también tengo un T.O.C. Soy de las que se levantan a las dos de la madrugada a hacer la cama.

- La estupidez.

Debe ser lo que más me molesta. Incluso la propia. Creo que incluso le tengo miedo, porque de un hijo de puta vos más o menos esperás que te pegue un golpe en cualquier momento, pero de un estúpido no lo esperás nunca y cuando te llega ni siquiera te podés enojar porque "no lo hizo a propósito"...

* la cantimplora es un argumento que usa Karina para explicar tardanzas o retiradas apresuradas.