Mahler y los Mil

M dice:
Vas al teatro con tu Socie nomás?
Gabriela dice:
Sí, sí.
M dice:
A ver eso de los mil...
Gabriela dice:
Ay dios, sí, la Sinfonía de los Mil.
M dice:
¿Y por qué se llama así?
Gabriela dice:
Porque hay muchos músicos en escena.
M dice:
¿Mil?
Gabriela dice:
Ja! No, creo que 450...
M dice:
Pero se llama de los 1000...
Gabriela dice:
Sí.
M dice:
Y te faltan como 600...
Gabriela dice:
Jajajajajaja! Decí que sos linda que sino...

Alejo Pérez la rompió, así como Soledad de la Rosa (me caso cuando quieras!) y Enrique Folger. Para variar me gustaron mucho las violas (tengo un tema, hay dos mil instrumentos y yo identifico perfectamente a los violistas), los contrabajos y los fagotes (ah, sí, me gustan los instrumentos graves).

Odié el sonido del Luna Park. Tanto lo odié que estuve a punto de levantarme e irme en los primeros diez minutos, después me calmé y traté de no matar a la vieja que tosía una fila adelante. Entiendo que la octava de Mahler vaya más para el lado de la música de cámara, sobre todo en la segunda parte, a pesar de la gran cantidad de músicos, pero el Luna no tiene la acústica del Colón, muchachos, media pila al técnico, che.

Poca gente, la verdad, yo pensé que iba a ir mucha más gente de la que fue, imaginé una asistencia al menos igual a aquella vez que pusieron Turandot (mi opera favorita) hace un par de años, pero no.

En fin... Si pueden, vayan, las entradas no están tan caras y es cierto que es histórica esta puesta, hoy es el último día.