Varita mágica

>> 28 ene 2011



Mi jefe se fue de vacas y me dejó en una situación financiera en la que tenía que ser o bien Harry Potter o bien prostituirme en la esquina (yo y toda mi familia) para solventar bancos, proveedores, sueldos, etc.
Finalizada la primer semana de sus vacaciones le mando un mensaje:
"F.(yo le digo por el apellido) no te podés quejar. Tenés el banco cubierto hasta la segunda semana de febrero, le pagué a todo el mundo sin firmar un puto cheque y me sobraron como treinta lucas"
Responde:
"¿Te prostituiste, finalmente?


No, claro que no, me fui a lo del viejo Ollivander, en el callejón Diagon, para que me venda una varita. Endrino y pelo de unicornio, 32 cm, flexible. Te manda saludos, dice que sos un muggle simpático.



Para Germán: Es la placa que tiene Ollivander (el fabricante de varitas de Londres) frente a su negocio.

6 comentarios:

Andruuu 28 de enero de 2011, 14:44  

jaja! me encanto Gaby!!!

Anónimo,  28 de enero de 2011, 16:08  

Te juro que si es verdad, largo la docencia al cuerno - no de unicornio - y me dedico a lo que sea que te has dedicado!

Jaaaaa! ... como siempre, lo mágico es tu cerebrutito, amiga!

El new Patagonic cieguito

Gabriela Aguirre 28 de enero de 2011, 16:56  

Germán: Jajajaja! No largue la docencia, cualquier cosa me mudo para sus pagos y enseñamos juntos!
Besos new patagonic cieguito!

Maggie 28 de enero de 2011, 19:11  

Hahahahahaha!!

Siempre me he preguntado por qué prostituirse suele ser una opción para salir de una mala situación financiera... Afortunadamente, en mi caso siempre hay algo que me salva de ese destino.

Gabriela Aguirre 29 de enero de 2011, 22:16  

Maggie: No, en este caso prostituirse no hubiera servido para nada, nos moríamos de hambre igual.

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