Caperucita Roja

>> 18 nov 2011

Y otra vez aquí en "La literatura que nos ha hecho tanto mal", esta vez con Caperucita Roja, sobre todo a pedido de Lucy in the sky que, parece, se está relamiento como el lobo del cuento.
Como siempre, primero un resumen por si algún marciano no conoce la historia: Caperucita era una nena que vivía andá a saber dónde, pero cuya abuela vivía en el diome del bosque. Se ve que la vieja estaba enferma y la madre de Caperucita le pide a su hija que le lleve una cesta de comida, pero le advierte que no se aparte del camino porque es peligroso. Caperucita va, se encuentra con el lobo, el lobo pregunta, la pendeja contesta, el lobo quiere jugar una carrera hasta la casa de la vieja, obvio, llega primero, se morfa a la abuela, se viste con su ropa para engañar a la piba y la espera pa'morfársela también. Cuando Caperucita por fin llega, pasa, charla con quien cree que es su abuela y ahí se da el diálogo famoso (y si no lo conocen, que no puedo creer, pregúntele a alguien o consulten la wiki, paspados).
Primero lo primero. No sabemos el nombre de la piba. ¡Hey! Muy importante. ¿Por qué no sabemos el nombre? Caperucita no es su nombre, le dicen así por la caperuza roja que lleva, se ve que no se la sacaba ni para dormir o que tenía varias iguales.
La abuela vive en el diome del bosque. Una vieja de mierda, si me permiten. ¿Cómo se va a vivir al medio de la nada con los años que tiene? ¿No sabe que no hay teléfono, ni fax, ni computadora, ni heladera, ni aire acondicionado, ni calefacción central, ni direct tv? Si se enferma, como sucedió, ¿no sabe que el Same no llega? ¿Está loca? La primera hipótesis es que está loca, volveremos sobre esto.
La madre de Caperucita sabe que la abuela -es decir, su madre- está enferma. Me pregunto cómo es que lo sabe. ¿La vieja le mandó una paloma mensajera? ¿Ambas tiene poderes extrasensoriales? ¿Se comunican por telepatía? Y si sabe que está enferma ¿por qué no va ella? ¿eh? ¿cómo es que manda a la hija solita y su alma con los peligros del bosque? La madre es una hija de puta, que se sepa. Se queda rascándose en la seguridad de su hogar mientras manda a la hija a llevarle comida a la vieja sabiendo que en el bosque hay un lobo. Y lo sabe, la madre lo sabe, por eso le advierte a la piba que no se salga del camino, como si el lobo respetara las leyes de tránsito además, como si dijera "ah, no, va por el camino, ufa, voy a tener que comerme al que se salga nomás, ¡pucha, qué mala suerte!". Es evidente que la madre quería deshacerse de la hija, es más, cuánto que le untó la caperuza de carne picada...
Caperucita, además, se nota que no es una nena muy obediente. La entiendo, claro, con esa madre que la manda al diome del bosque solita..., yo tampoco le haría mucho caso. Si es mi vieja y me dice "no te apartes del camino" seguro seguro voy por entre los matorrales porque la re juno y ésta es muy capaz de mandarme a Constitución en bikini.
El punto es que la nena no es obediente y se encuentra con el lobo. Primero de todo no entiendo por qué el lobo no se la manduca ahí mismo. ¡La tenía ahí! ¡Estaba sola! ¿Qué podía hacer una nena contra un lobo? Nada, señores, nada, el lobo tenía todas las de ganar, pero no, elije el jueguito de la carrera, mepa que es medio perversito, le gusta jugar con la comida.
Sigo, la nena se pone a charlar con el lobo... Mal, nena, muy mal, no se habla con desconocidos. Menos si tienen pelo por todos lados y dientes grandes. El lobo le pregunta a dónde va, la boluda le cuenta, el lobo le dice que jueguen una carrera hasta allá y ahí viene lo del camino corto y el camino largo que, obvio, le miente para llegar antes. Igual hay que ser muy boludo para creer que una nena le gana a un lobo en una carrera, pero bueno, no importa, el tipo cambia la información igual para asegurarse, no sea cosa que la pendeja resulte record en cien metros llanos. Caperucita se va por el camino más largo y encima en el camino se distrae y se pone a juntar florcitas, dan ganas de zamarrearla. El lobo llega antes, se manduca a la abuela y espera a la pibita que tarda, claro, ¡está juntando florcitas en el medio del puto bosque! Esta nena no ve la Ley y el Orden, evidentemente.
Llega. Que alguien me explique cómo es que no se da cuenta al toque que ese bicho peludo y dientón no es su abuela. Y la abuela podrá ser muy bigotuda, pero no tiene cola, ni orejas, ni hocico. Mi teoría es que la abuela era mujerlobo y por eso vivía en el bosque apartada de la gente como uno, tons la pibita la ve y, obvio, es su abuela, transformada, pero su abuela al fin, para ella es normal que sea fea, pulguienta y peluda, de ahí que no se de cuenta.
El lobo, disfrazado de la abuela, le pide que se meta a su cama para darle calor... Aquí está la explicación a por qué no se la manducó en el bosque. ¡No se la quería comer, se la quería coger!
Y ahora el diálogo. ¿Tenés que preguntar tanto, pedazo de boluda al cubo, para darte cuenta que te quiere manducar? ¿Qué es eso de andar marcando lo grande de algunas partes del cuerpo del lobo? 
Todo el cuento es sumamente erótico y perverso. La nena indefensa caminando sola en medio del bosque, el encuentro con un lobo cruel que se las da de juguetón para ganarse la confianza de la piba y que aprovecha y la invita a su cama, la nena que accede... por pikachu, cae de maduro.
Del final hay varias versiones, en el que yo conozco antes de que se la coma entra un leñador y mata al lobo, le abre la panza y saca a la abuela medio digerida, pero viva.
Entiendo la moraleja: "nenas, no se alejen demasiado de su hogar que afuera hay peligros, siempre hay desconocidos con toda la intención de aprovecharse de ustedes y lo más seguro es quedarse cerca de casa". Sin embargo me parece un poco hijoputezco decir que te van a matar -o a coger, que parece ser lo mismo- en un cuento para niños.
No sé si fue un gran análisis, ustedes pueden aportar abajo.


Caperucita y el Lobo
En mi propia versión, Caperucita es una mujer sumamente sexy que debajo de sus bucles dorados y ojos de gatito abandonado es flor de turra. Quiere que la abuela se muera por fin para heredar la casa porque se quiere mudar al bosque sola harta de los manejos de la madre, entonces arregla con el lobo para que se manduque a la vieja y como forma de pago tiene sexo con él (el lobo ya le tenía ganas desde hace rato, parece, y a ella no le desagradaba en lo absoluto). La escena en que ella se acuesta con el lobo en medio del reguero de sangre de su abuela es un poco fuerte, pero Caperucita es así. Y entre "qué ojos tan grandes tienes" y otras cosas más que, parece, el lobo también tenía grandes, Caperucita decide practicar la zoofilia por el resto de su existencia y viven felices y tienen cachorritos.

14 comentarios:

Grieguis 19 de noviembre de 2011, 10:25  

Ay ay ay vos y tu imaginario. Pregunta no leísta la biblia? porque como casi todo en este mundo ya esta inventado esta historia se desprende de esa que es mucho mas antigua, lo de eva la manzanita y el castigo vio?
Los cuentos para niños no son más que herramientas para educar metiendo miedo, idem religión católica. Y bue, menos mal que existe la literatura que con los años va corrigiendo algunas deformaciones de su uso
abrazo

Gabriela Aguirre 19 de noviembre de 2011, 22:03  

Grieguis: Leí la biblia, claro, vengo de familia evangelista, en mi infancia era leer la biblia y discutir en su propio lenguaje o morir de un ataque de caspa, Griega.
Besos.

Lucy,  19 de noviembre de 2011, 23:03  

Gracias Gabi!!! Tu versión está más buena y más creíble!!!
Es tan obvio que lo del lobo es sexo, y obviamente no era un lobo, sino un tipo como Gasalla, que podía disfrazarse muy bien de viejita, claro que todas las confusiones de Caperucita parecen ser adrede y que aunque al final se arrepiente (todo porque hubo un testigo) bien que le gustaba.
Yo no sé cual era la intención del cuento, la intención educativa digo yo... bastante sadomasoquista y si bastante hija de puta la madre!!!

Gabriela Aguirre 20 de noviembre de 2011, 1:02  

Lucy in the sky: De nada, de nada...
Obvio que es más creíble, quién se cree que el lobo se la quería comer? nadie! era otra la intención desde el vamos...
¿Vos decís que se arrepiente por la llegada del leñador?
Y sí, puede ser...
Coincidimos, la madre una hija de puta.
Besos!

Anónimo,  23 de noviembre de 2011, 10:36  

muy buen análisis. Es la pura verdad. Cómo no quieren que salgan así los chicos si les cuentan estas cosas!

Artus 23 de noviembre de 2011, 14:07  

hace bastantes años atrás, en mi época de universitario, leí el original... aquí te mando un enlace q' se acerca a aquella lectura caperucita...

y sí, el cuento fue hecho para enseñar a las niñas creídas y bonitas... bueno eran las ideas de la època :)

claro q' con el tiempo las ideas cambian y el mejor ejemplo es este cartoon del año 1943 LOBO

salutes

Erica 24 de noviembre de 2011, 22:30  

La idea del cuento es, por supuesto, enseñar a las nenas que SIEMPRE hay que hacerle caso a mamá y NUNCA dejar en buen camino para que no pasen cosas malas!

La madre era una mala madre, punto.


Beso

Gabriela Aguirre 24 de noviembre de 2011, 22:35  

Cherrie: Jajajaja!
Claro!
La culpa es toda de los cuentos de hadas. He dicho.
Saludos y bienvenida.


Artus: Excelente el cartoon.
Yo lo había visto de pequeña -y no sabía que era anterior a mi época, mire usted- y me había encantado!
Saludos y bienvenido!

Gabriela Aguirre 24 de noviembre de 2011, 22:40  

Erica: Ahhh... pero parece que Caperucita no pensaba así, además, rosarina, vamos! nadie se come que el lobo se la quería manducar... era otra la intención, che.
Y sí, la madre era flor de yegua, eso es un hecho.
Besos.

Anónimo,  25 de noviembre de 2011, 18:21  

Por eso mismo,porteña, Caperucita hace la suya y le pasan cosas malas, la moraleja es obvia: hacerle caso a mamá y no abandonar el buen camino.

Nooo! Para mi la historia "verdadera" es aquella en que Caperucita acosa al pobre lobo! Es la caperuza la que sew quiere tirar al peludo!

Anónimo,  25 de noviembre de 2011, 18:23  

Uhmm esta cosa no me preguntó mi nombre, sospecho que mi comentario anterior va a aparecer como anónimo. En ese caso... Soy yo!



Erica

Guillermo Altayrac 26 de noviembre de 2011, 2:38  

Bueno, por partes:

1- El lobo no puede comerse a Caperucita en el camino, porque está lleno de cámaras de seguridad, ¿entendés?

2- «... a Constitución en bikini.» Qué hija de puta, mirá lo que decís de tu madre, jajaja...

3- El lobo no se la manduca ahí mismo porque es como Hannibal Lecter.
Y Caperucita es como un cordero.
Un cordero que grita mucho cuando te lo coj... comés.

4- Lo de la abuela mujer lobo es una buena teoría, pero para mí la realidad es otra: la madre le dijo a Caperucita que la abuela estaba enferma, por eso a Caperucita no le sorprendió el aspecto que presentaba la supuesta anciana.
«Qué desmejorada», habrá pensado, la pobre ingenua.

5- A la abuela la sacan del estómago del lobo. Vive el resto de su vida con la cara quemada por los jugos gástricos. Luego, Caperucita la deja de visitar porque cada vez que lo hace, por el aspecto de la vieja, teme que la misma haya sido reemplazada por un zombie que se la quiere coj... comer.

6- En la versión original de Perrault que te manda Artus, Caperucita declara que está llevándole un tarro de mantequilla a la abuela.
¿Por qué se subraya este detalle? Sacá tus propias conclusiones.

7- ¡Tenemos que hablar de la biblia!
Dentro de un tiempito, tengo planeado subir versiones mías de algunos fragmentos de las sagradas escrituras a mi blog.

8- Te mando un abrazo de proporciones importantes.

Gabriela Aguirre 29 de noviembre de 2011, 14:08  

Erica: Sep, esa también es probable, una caperucita ninfómana y zoofílica.
Jajajaaj!
Escribamosla!!!!!
Había adivinado que era usted por el "porteña".
Sep, porteña, y a mucha honra. Aunque me guste mucho Rosario.
Besos.


Guillermo Altayrac:
1.- Ahhhh... las cámaras, pero es medio boludo entonces, las cámaras se engañan, Guillermo!
2.- Es muy capaz, creeme.
3.- Jajajajaja! Siempre se puede pedir silencio, por dios...
4.- Si pensó eso es más boluda de lo que yo creo y eso es decir mucho.
5.- Jajajajaj! Seeeee!!!!
6.- Juaaaaaaa!!! Me encantó.
7.- Hablemos, con café, Guillermo, con café.
8.- Idem.
Besos.

Guillermo Altayrac 2 de diciembre de 2011, 23:51  

7- Cuando quieras, Gabriela.
Y con mucho gusto.

8- Ídem otra vez.

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