Big Bang
>> 28 mar 2012
Sentadas tomando mate tenemos esta conversación:
- Mirá si será grande dios (ella lo dice con mayúscula, pero yo me niego a ponérsela acá) que nos hizo así.
- ¿Así cómo? - pregunto. Con miedo pregunto porque sé que me pongo terriblemente intolerante a veces con estas cuestiones.
- Así. Mirá cómo nos reproducimos, gestando nueve meses, llevamos dentro a nuestro hijo por nueve meses, eso es maravilloso, Ga..., podría haber sido de otra manera.
- Y de hecho lo fue.
- ¿Cómo? ¿Con un huevo?
- Algo así...
- Ah..., vos creés en eso de...
- En Darwin, sí.
- Bue...
- No. "Bue" no. Es evolución.
- Yo no creo que la ciencia y la fe estén en conflicto, eh? Yo creo. Eso es la fe: creer.
- ¿Con los ojos cerrados?
- O con los ojos abiertos, Ga. Es como el amor, cuando estás enamorada ¿estás ciega o estás más lúcida que nunca? ¿qué te dice tu interior? Los otros te ven y te dicen "estás cegada", pero yo cada vez que me enamoré me sentía más despierta que nunca, más conectada conmigo misma. Así se vive la fe, desde el amor, si la encarás desde la lógica y..., no vas a llegar.
- Ok, pero no me vas a decir que Adán, Eva, la manzana y la serpiente te explican todo.
- Yo no creo que dios haya dejado por ahí un manual para que entendiéramos todo. Y si lo hubiera dejado yo no lo leería. Adán y Eva es una metáfora de todas maneras, yo creo desde el amor. Vos hablás de evolución, sí, bueno, dale: evolución. Igual. Cuando dios creó al mundo...
- En el Big Bang, decís...
- Ponele, como decís vos. ¿De dónde venimos?
- De seres menos evolucionados.
- ¿Y antes?
- De la sopa primigenia aquella.
- ¿Y por qué?
- Por una conjunción de causas azarosas. Mirá, podría llegar a creer, con mucho esfuerzo, en una especie de "guía" espiritual, si querés, pero de ninguna manera en un creador del mundo en siete días, no es lógico.
- No, desde la lógica no, desde el amor es. ¿Azar? ¿Sopa primigenia? Pero ¿para qué?, ¿por qué? Atrás de eso no hay nada.
- Y no. No hay un por qué. Es.
- Claro. Es.
Y yo no sé quién ganó esta discusión, sinceramente.
6 comentarios:
¿Empate? ¿O si repitió lo mismo que vos al final ganaste vos?
Creo que Dios y la sopa primigenia no se contradicen. Pero Dios. A la biblia la tiramos a la basura, por supuesto.
Creo que el que el oxígeno se juntara con dos hidrógenos e hicieran agua puede ser azar, sí. Pero que todos las partículas subatómicas se juntaran, formaran átomos, los átomos moléculas y las moléculas materia no es tan azaroso. Creo que, que todos los sodios, potasios, cloros, aminoácidos, ADNs, ARNs, hidratos de carbono, lípidos, ácidos, bases y todo eso se junten perfectamente y se mantengan en un rango de concentraciones más o menos constantes de forma perfecta necesita un poquito más que azar, un poquito de ayuda de otro lado. Llamalo energía, llamalo Dios, llamalo lo que sea. Para mí eso no puede ser azar.
Nadie ganó la discusión.
La discusión fué.
Loohan: Mmmmm... no sé, no sé.
Para mí es una suma de coincidencias químicas. Ok, muchas, sí.
Soy una descreída del orto, Loohan, sepa disculpar.
Besos.
flor: Ja! Loohan vendría a ser una especie de celestina sin saberlo, jajaja!
Te expresás bien, sí.
Linda charla, que se repita. Estas y las otras. Todas.
Besos, linda!
Guillermo Altayrac: Juaaaaaaa!!! Usted, Guillermo, me hizo cagar de risa, que se sepa.
Besos!
¡Me alegro!
Besote.
Imaginemos a un niño que tiene en sus manos esos cubos, pirámides, esferas, prismas, etc. que son para encastrar. Un niño muy pequeño. Hasta en un mono podríamos pensar. Ni siquiera sabe que el resultado esperado es que los encastre. Sólo juega. Los acerca. Está así por horas. Muchas horas. Y en un momento... zácate! por azar encastra dos de ellos, y así quedan, ya no puede separarlos. Y el observador, que llega en ese instante, piensa al verlos: no fue azar, sabía lo que debía hacer, buscaba un resultado, "ese" resultado. Porque no vio los cientos de "resultados" anteriores que no fueron "exitosos". Quien pueda entender que entienda (palabras bíblicas, por cierto).
Guillermo Altayrac: Jajaja! ok, alégrese nomás.
Besos.
Anónimo: Me encantó la analogía.
Genial.
Saludos.
Publicar un comentario