Maldad
>> 23 ago 2012
- Che, vos venís seguro, seguro, no? -me pregunta.
- Sí, por?
- Nah, porque tengo un regalito.
- Ahhhh... decime qué es.
- No. Es sorpresa.
- Bueno, qué lindo, ahora decime.
- No, porque en ese mismo acto ¿sabés que dejaría de ser? A ver, repitamos todos:
- Sorpresa.
- Claro, muy bien.
- Bueno, pero una pista... (igual te advierto, soy la cagadora de sorpresas número dos del mundo).
- Entonces, sabiendo eso, no te doy ninguna pista.
- ¡Una!
- Bueno. Es algo para tu toc.
- ... ¿Cuál de todos? ¡Tengo muchos toc!
- Sep.
- ¬¬
La maldad tiene cara de mujer. Y nombre. Y apellido impronunciable. He dicho.
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