Ladran Sancho...
>> 17 ene 2013
Nunca me importó si alguien hablaba en mi barrio al respecto de mi homosexualidad. Si hablaron, a mis oídos no llegó.
Pero la confirmación llegó hoy. Recién. Hace escasos minutos.
Estaba cortando unas maderas en mi patio y aparece una nena de unos dos o tres años. Vecina, probablemente. A mi casa entra cualquiera sin llamar, así que no me sorprendió nada verla en mi patio lo más pancha.
- Hola - me dice.
- Hola.
- ¿Y Rodrigo?
- Debe estar con la madre.
- ¿Y la Pame?
- Debe estar en la casa de la abuela de Rodrigo.
- ¿Y dónde vive?
- Acá a la vuelta.
- ¿Y cómo se llama?
- Edu.
- Ah, mi abuela también se llama Edu.
- Mirá vos.
Ya me estaba empezando a hartar tanta preguntita.
- ¿Y qué estás haciendo?
- Cortando unas maderas.
- ¿Para qué?
- Para poner unas plantas.
En eso entro a casa a buscar unas herramientas.
- Hey, tortillera -me dice.
Me doy vuelta y la miro.
- ¿Vos te llamás Gabi?
- Sí.
- Ah, yo pensé que te llamabas tortillera.
- No. Me llamo Gabi.
Y esta, señores, es la prueba de que sí hablan en el barrio de mi tortez.
6 comentarios:
Hahahahaha! Como cuando pensamos que mamá se llama "mamá" o que el vecino se llama "vecino". Que cosa más adorable, me parece una encantadora manera de enterarse de que hablan de ti en el barrio.
Maggie: Sería adorable si la palabra no me diera urticaria, pero bueno, es lo que hay.
Besos.
Si ladran, Sancho, es señal de que son perros.
Eso.
Palabra cacofónica si las hay.
JAJA, QUE SUERTE QUE TU TORTEZ NO AFECTO TU SENTIDO DEL HUMOR,GO YOU!!!!!
Gerchu: Obvio!.
Marbot: ¿Usted dice?
Ramiro: Claro que no, afectó otras cosas, eso sí.
¿Qué me ponés el de Tilcara, nene, como si hubiera otro Ramiro?
Besos.
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