Construcciones

>> 3 mar 2013

Vamos a hacer este ejercicio cuantas veces haga falta.
Cerrá los ojos. Sí, da miedo, ya sé, cerralos igual que no va a pasar nada.
Respirá hondo. Es decir, inspirá todo lo que puedas y, despacio y sin apuro, soltá el aire.
Ahora, sin abrir los ojos, quiero que visualices algo que te resulte placentero. Tiene que ser una imagen lograda, con color, movimiento, sonido. No, el sexo no vale porque tiene que ser algo que hagas en soledad, o que sólo sea tuyo, o que nadie más conozca. Siempre hay un lugar o algo íntimo que nos da placer, puede ser un lugar geográfico o el hecho de mirar una película en el living de tu casa o las galletitas esas que compraste en no sé qué lugar y que fueron sublimes, no importa. Si te conozco un poco, y te conozco mucho, creo que será un lugar geográfico.
¿Lo tenés?
¿Hay algo que quieras transformar? Podés. Este nuevo lugar no es aquel, éste es el que guardás adentro, es el tuyo particular, podés agregar lo que quieras y sacar lo que quieras de ahí. Hacelo perfecto. Tomate tu tiempo.
No importa si tardás, tenemos tiempo, quedate con los ojos cerrados, no pasa nada, estoy acá.
¿Listo? Bueno, construiste el otro lado. Ahora podés ir ahí todas las veces que quieras, al principio va a ser costoso reconstruir, pero después de un tiempo se vuelve natural y después de un tiempo más largo aún, simplemente existe. En este lugar podés tener lo que quieras, lo que te haga falta. En este lugar, que está adentro tuyo y que no compartís con nadie más, podés encontrar paz cuando en el afuera está agotada. Podés ampliar y reformular este lugar todas las veces que quieras. Podés encontrarte con quien quieras para tener la charla que necesites. Podés volver a ver los momentos más felices. En este lugar lo podés todo porque vos mandás, nadie puede venir a lastimarte, nadie puede decir algo impropio, nadie que no quieras puede entrar.
Abrí los ojos. ¿Listo? ¿Ves que no era tan grave?
Esto es tu otro lugar. Como el mío, pero éste es tuyo. Cuando sientas que no podés más, andá a este otro lugar un ratito. No como un medio de evadirse, sino como un lugar para cargar energías. 
Ahora bien. La existencia de este otro lugar no soluciona lo que sucede en éste. De lo que sucede en éste nos vamos a ocupar también. Y ya sabés cómo, ya lo hablamos, ahora hace falta un poquito de valentía nomás. No mucha, sólo un poquito. Vos la tenés, yo sé que sí. Pero el primer paso siempre es tuyo y es el más difícil, pero es sólo uno después nos sumamos todos. ¿Dale?

(Para la amiga Flavia que anda un poco perdida)

2 comentarios:

Gerchu,  4 de marzo de 2013, 12:33  

Bonito el texto, bonita la actitud y bonita vos.

Y conste que "bonito" es el elogio sublime para elogiar a mis más sublimes seres, que son mis sobris.

Ger.

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