Sorpresa
>> 27 jun 2013
En general yo no reviso las cuentas de correo porque de eso se encarga mi teléfono, me baja los mails, los leo, los respondo si corresponde y listo. Pero hace un par de días se murió. El teléfono, digo. Y tuve que recordar de nuevo las contraseñas y entrar a los correos a los que hacía bastante no entraba. Entre ellos uno que no uso hace dos mil quinientos años.
Bandeja de entrada: 24 correos. Está bien porque a ese no me escribe nadie, voy borrando spam y otras huevadas cuando veo un nombre y casi me caigo de la silla en la que estaba sentada.
Voy al extremo derecho de mi computadora y me fijo la fecha, no sea cosa que haya retrocedido en el tiempo y yo tan campante pudiendo hacer estragos, pero no, era el año 2013 nomás.
Abro. Leo. Sonrío. Luego no sonrío más. ¿Qué hago? ¿Respondo?
Si el teléfono no se hubiera muerto, si yo no hubiese recordado la contraseña, si en mi afán obsesivo no hubiese revisado la carpeta de spam... Demasiado, corresponde que responda porque fue mucho lo que tuvo que pasar para que leyera este mensaje.
Respondo. Responden. Todavía no sé qué pensar.
2 comentarios:
Gaby:
Si se sorprendió, revisó fecha, no llegó a caerse de la silla, leyó, sonrió, dejó de sonreír, respondió, le re respondieron y luego de este extremadamente aeróbico - yo casi me animo a decir superventilado - raíd de actividad ... hummmm ... ¿ feromonal? ... usted no sabe qué pensar, pues entonces relájese, no piense, disfrute del cansancio del viajecito témpooro-computacional y aguarde ... algo va a suceder, porque otra no queda.
disculpe el final, pero no le queda otra. Relájese y espere.
Ger
¡Ah! Besos, muchos.
Gerchu: Y de hecho no pensé, como dice siempre la escritora de ese mail: "tu problema, Gabriela, es cuando pensás".
No pensé, no. Aquí estoy. Sí, sucedió.
Besos. Muchos.
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