5 Cosas que no hago...
>> 29 ene 2014
... a no ser que no me quede otra.
1. Cocino, lavo todo lo que ensucio y hasta los platos después de la comida, pero de ningunísima manera acomodo los platos (y las otras cosas) secos en su estante.
2. Si por mi fuera, el tacho de la basura se llena hasta quintuplicar su capacidad, años de tetris me permiten ir sumando a la pila sin que peligre su equilibrio.
3. Como tomo mate todos los días, al menos dos veces al día, siempre me da una fiaca enorme vaciarlo. Lo vacío la siguiente vez que voy a tomar mate.
4. Las piedritas de los gatos. Odio con todo mi ser limpiarlas, pero como odio más estar cerca de ellas cuando están sucias, en general las limpio (aunque si puedo evitarlo, obvio, lo hago).
5. Puedo pasar por arriba de un juguete tirado catorce veces, los levanto porque como suelo tener alguna nena a upa tengo miedo de pisarlo y que sucedan dos posibles cosas: o bien haga ruido y me despierte a alguna, o bien aterricemos, niña y yo, de culo en el piso.
Y, seguro, hay otras, pero ahora mismo no recuerdo.
4 comentarios:
Necesitás un lacayo.
Un lacayo para el lacayo de la princesa.
Guillermo Altayrac: ¡Lo tengo! El lacayo del lacayo de la princesa es mi mujer (según su propia opinión).
Tu mujer necesita un lacayo.
Un lacayo para el lacayo del lacayo de la princesa.
Guillermo Altayrac: Eso es más difícil, porque mi mujer es lo más obsesivo del orden que habitó jamás en esta tierra.
Si tuviera un lacayo o bien lo destierra por inútil o bien lo hace laburar hasta que sangre.
Pero le tiro la idea.
Besos!
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