Bichas
>> 16 may 2011
Serpientes.
Cincuenta.
Un manojo de bichas de las que se arrastran. |
No, en realidad cuarenta y nueve porque había vendido una.
Las críabamos con mi mamá, las teníamos en unos tupper con agujeritos, había grandes y pequeñas. Yo empezaba a preguntarme a quién se le había ocurrido la maravillosa idea de criar víboras con lo feas que son y con el miedo que les tengo... y había sido yo nomás, así que cerré mi boquita.
El punto es que había que darles de comer y las bichas estaban como locas.
Mi mamá decía que había que darles una cucharada de tomates perita enlatado a cada una semana por medio. Yo no podía imaginar cómo iba a meter una cuchara en la boca de las más chicas y sí podía imaginar mi mano en la boca de las más grandes.
Investigo en internet y resulta que hay que prepararles una especie de puré con cebollas picadas y atún y no sé qué mierda más, pero que ese puré es diario. Los ratoncitos les duran tres meses.
Me niego rotundamente a comprar ratones vivos y me voy a dormir en un jergón de paja. Mamá abre uno de los tuppers y las bichas salen y se me vienen encima. No me atacan, sólo me miran y odio que lo hagan, le pido a mamá que las saque, que no me miren más, me levanto y decido ir a comprar los putos ratones. Mamones para las más chicas, grandes para las otras. Y me dan lástima, sí, pero prefiero eso a que las bichas me acosen.
Comienzo a pensar de qué manera las voy a alimentar, se los tengo que dejar en el tupper y soltarlas ahí, pero si tengo olor a ratón por ahí me muerden... ¡Me cago en la idea de criar serpientes para vender!
Me despierto.
Este blog se está convirtiendo en un blog onírico... que se sepa.
6 comentarios:
La calidad de estos relatos me lleva a sugerirle que siga adelante con esta suerte de bitácora onírica. No sé si admiro más su valor para contar estas cosas o la forma en que las cuenta: revelar un sueño o una pesadilla es como ponerse en paños menores delante de un jurado integrado por hinchas de Nueva Chicago y columnistas de Cosmopolitan.
(Y ahora la verdá: todo muy lindo pero vaya aflojando con el surrialismo ese! A ver si me ojea algunos avisos de ropa interior y se inspira, querida, ni yo sueño tanto con mi vieja o con mascotas!)
La Naïfa: Creo que me da más miedo ponerme en bolas delante de los columnistas de Cosmopólitan que de los hinchas de Nueva Chicago...
¡Ahora voy a tener pesadillas, Naïfa!
(¿Y qué quiere que haga? Ya mismo me pongo a ver avisos de ropa interior, como usted sugiere, a ver si para la semana que viene tengo algo más interesante para contarle)
Tengo una fobia a ese tipo de bichas. No sabes cuánto me ha costado leer esta entrada sin tener un ataque de pánico, producto de ver periféricamente la imagen que ilustra esta entrada... =(
En serio, no se como tienes la valentía de colocar esa imagen en tu blog!!
Maggie: Es que yo no les tengo fobia. Les tengo un poco de miedito, pero no fobia. Algunas hasta me parecen lindas y todo...
Besos!
blog onírico? jergón de paja?
Deja de seducirnos a todos con tu intelectualidad ilustrada!
Invítame un asado y una birra, de esas que parecen pis, que saben a pis y que nos hacen hacer pis.
Despues de todo eso podemos hablar un rato de neruda, de como le ponia las guampas a la mujer al tiempo que nos enamoraba a todos.
y de como todos somos un poco neruda.
beso y espero esa invitacion
Ra
Ra de mi vida: Te debo un asado... jajajaja... sí.
Y sí también, todos somos un poco don Pablo (tanto en los cuernos como en lo de enamorar)... ¡Me encanta esta línea! ¡Sigamosla personalmente!
Lo planeo para un sábado y hasta podés dormir en el jergón de paja del establo (o el sillóncama del living, como quieras).
Te adoro. Me encantó verte.
Besos!
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