Por decreto
>> 10 oct 2013
La convivencia siempre es difícil y cuando es con niños hay toda una serie de cambios que no me voy a poner a explicar acá (no ahora, al menos).
Sin embargo la más grande novedad es la siguiente: mi ropa está planchada.
Y a la mierda la teoría de "puesto se plancha". No hay tutía, se plancha todo y listo. Así, por decreto.
4 comentarios:
¿Y está buena la sensación? Yo tengo un vago recuerdo de mi adolescencia. Jaja!
Si eso es lo peor que pasa están bárbaras!
Besos para las cinco!
Vero: Está buena, sí... Yo ni de mi adolescencia guardaba recuerdos, la teoría del "puesto se plancha" me acompaña desde que tengo uso de razón, es decir, desde hace unos... mmmm... treinta y cuatro años, ponele (porque entre el 1 y el 4 supongamos que jugaba y no pensaba mucho).
Besos.
Gaby:
Aplausos a Maru!
Jooojojojojojojoj! Se le ha impuesto por decreto, eso aplaudo!
Y ella tiene razón: se plancha todo. Bueno, la ropa interior no hace falta. Creo. ¿o sí?
Voy calentando la plancha, por las dudas ...
Ger.
PD: qué pena que piense ahora que jugar no aportaba a su pensamiento!
Ger: La ropa interior también plancha.
Esas cosas yo no las entiendo, ¿ves?
Planchás una camisa..., bueno, dale, si no la planchás por ahí la gente te mira como con lástima, como diciendo "pobrecita, no tiene plancha" cuando en realidad es que no me importa nada, pero..., ¿planchar una bombacha? ¿para qué? No, eso no lo entiendo.
Jugar aportaba a mi tranquilidad. Cuando comencé a ver cómo era el mundo dejé el juego y me dediqué a amargarme la vida preocupada por todo, entre otras cosas por mí.
Besos.
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