Tolerancia cero
>> 22 nov 2013
Ordenando (o tratando de) el cuartito de las porquerías encontramos libros.
- Hay que ver bien qué nos quedamos y qué no porque ahí hay libros de mi madre... - me dice Maru.
- Los libros no se tiran - repondo.
- Eso lo decís porque no viste los títulos.
Empiezo a separar. Coelho, Bucay, dos millones quinientos mil de autoayuda, algunos de poesía, dos o tres novelas que no leí. Separo en dos pilas.
- Estos se quedan - le digo señalando la pila más pequeña.
- Bueno.
- Y estos se tiran. Ni pienses en donarlos a ninguna biblioteca, no se le hace eso a la gente, a la basura directo - y no agregué, pero debería haberlo hecho: "mejor quemalos, para estar seguras...".
Ni tengo que explicar cuáles fueron a esa pila, ¿no?
8 comentarios:
Ningún libro se tira. Porque eso es aplicar algo de lo que todos renegamos, y que se llama censura.
Si a alguien le hace bien - independientemente de nuestra opinión al respecto - no somos quienes para decidir que fulanito o menganita son tan idiotas que no podrán decidir sobre leerlos o no.
Eso es censura, del mismo tipo de la que se aplicó por parte de la Inquisición o en la dictadura argentina y en todas las demás a lo largo de la historia y a lo ancho del ancho mundo.
Pero como son suyos y de maru, me permito sugerirles que sólo los dejen en la vereda.
Tal vez alimenten el fueguito de algún asado, o tal vez a alguien le haga bien leer uno de esos. De todos modos, ninguno va a propalar que matar está bien, y creería que ninguno dirá que hay que violar, robar o ser corrupto.
Besos!
Ger.
Ger: ¡Claro que es censura!
Pero tenés razón, y cuando tenés razón, tenés razón nomás.
Serán puestos en la veredita.
Besos!
coincido con Ger... aunque sea para hacer de mesas ratonas... rinconeros... absorbe humedad... jijijijij
Mariana: Claro..., bueno, yo no soy parámetro, en mi casa de los joseses el más mínimo rincón aprovechable tiene libros encima, pero cuando te cruzás con una obse de la estética..., eh..., se complica.
(He tenido libros como mesa ratona y banquitos, cuando no tenía esos muebles y tampoco bibliotecas)
Besos.
Gaby:
Una vez escrito y enviado el comment, procedí prolijamente a arrepentirme, lo cual usted habrá - tal vez -intuido en algunos otros - pero una vez más me enseña usted, profe.
Me enseña que gran parte de compartir lo que uno piensa es aceptar que otro piense diferente y lo plantee.
Gracias por ayudarme a ser bastante mejorcito, lo cual no es un gran progreso para mí (vengo de muy abajito en calidades personales) , pero sí una gran tranquilidad para mi entorno.
Besos, también de domingo!
Ger
Ger: Ay, Ger, si tuviéramos que pensar igual para ser amigos..., ehh..., bueno, usted y yo no lo seríamos, así de simple.
Besos domingueros!
Oh, ¡el dogma se te fue a la mierda!
Guillermo Altayrac: Hace rato, Guillermo, hace rato.
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